A los que lleváis más tiempo siguiéndonos, no debería sorprenderos que al igual que la tributación, el ocio, la educación, el trabajo, las armas, los pasaportes o las inversiones, entre otros muchos temas, también se puede aplicar la Teoría de las Banderas a la conducción. En este caso no vamos a hablar de los países en los que más cómodamente puedes conducir, ni en los que puedes poner a prueba los límites de tu motor yendo a la máxima velocidad posible, sino de los países en los que puedes obtener con mayor facilidad una primera o segunda licencia de conducir.