CANZUK, CPLP, Unión Africana y otras alianzas de Estados: probabilidades y oportunidades

Hoy queremos hacer un análisis sobre CANZUK, CPLP, Unión Africana, Mercosur, Estados del Golfo y otras alianzas de Estados emergentes o ya existentes: su viabilidad real, el contexto geopolítico que las impulsa y qué oportunidades pueden ofrecer en movilidad, comercio y estrategia internacional. Una guía para entender hacia dónde podrían evolucionar las coaliciones de Estados en los próximos años.

Siempre que las alianzas globales y las coaliciones de Estados corren el riesgo de desmoronarse, las naciones buscan nuevos aliados o comienzan a reavivar viejas amistades. Actualmente, podemos observar esto con el cambio de gobierno en los Estados Unidos: desde que Trump anunció que, en caso de emergencia, no defendería a los miembros de la OTAN que no gastaran al menos el 2 % de su PIB en defensa, se está produciendo una gran reorientación. De repente, la UE comienza a reevaluar sus dependencias en materia de política de seguridad y a ajustar sus alianzas estratégicas.

Sin embargo, esto no solo afecta a las relaciones en materia de política de defensa, sino también a las relaciones económicas de los aliados más cercanos. Cuando Estados Unidos impuso nuevos aranceles punitivos a Canadá sobre productos básicos, la indignación de su vecino del norte fue enorme. Canadá respondió a su vez con aranceles recíprocos. Y, como suele ocurrir en tiempos de fricciones políticas, de repente resurgen ideas que llevaban tiempo sin estar en primer plano. Una de ellas es CANZUK, una posible alianza entre Canadá, Australia, Nueva Zelandia y UK (Reino Unido). Trump, por tanto, ha contribuido indirectamente a impulsar la idea.

Hoy queremos analizar esta alianza representativamente por lo que es: un cambio geopolítico hacia alianzas nuevas o más profundas en supuestas crisis. Al mismo tiempo, por supuesto, también queremos saber qué oportunidades ofrecen estas alianzas para la teoría de la bandera y cuál es el potencial de que realmente se hagan realidad.

«La necesidad agudiza el ingenio»

Cuando los caminos habituales ya no funcionan, hay que ser creativo y buscar nuevas soluciones. Y eso es precisamente lo que está ocurriendo: CANZUK es una posible alianza que abarcaría los cuatro países de habla inglesa: Canadá, Australia, Nueva Zelanda y el Reino Unido. El término es un acrónimo formado por las iniciales de estos países. La iniciativa parte principalmente de la organización CANZUK International (antes: Commonwealth Freedom of Movement Organisation), que lleva desde 2015 promoviendo activamente dicha alianza.

Hasta ahora, no se trata de una alianza oficial entre Estados, sino simplemente de un concepto político impulsado principalmente por iniciativas de la sociedad civil, grupos de expertos y algunos partidos políticos de los países participantes.

La idea tiene como objetivo trasladar los vínculos históricos y culturales de los antiguos territorios británicos a un acuerdo moderno. En concreto, CANZUK pretende facilitar la migración, el libre comercio y una mayor cooperación en materia de política exterior y de seguridad.

Muchos puntos en común unen a esta potencial alianza de Estados

Además del idioma común, los cuatro países comparten un patrimonio histórico (por ejemplo, la pertenencia a la Commonwealth of Nations, con el mismo jefe de Estado, el príncipe Carlos) y sistemas jurídicos similares. Así, se dice que CANZUK une a países que, de todos modos, comparten condiciones sociales, económicas y culturales gracias a una monarquía democrática. Este tipo de narrativas otorgan a la futura alianza una legitimidad ideal a los ojos de muchos ciudadanos, especialmente de aquellos que lamentan la pérdida de algún tipo de vínculo (por ejemplo, debido al Brexit).

La visión de CANZUK incluye, sobre todo, un acuerdo de libre circulación y la cooperación en el comercio libre de aranceles. Sin embargo, se basa, a grandes rasgos, en siete pilares fundamentales:

Comercio: eliminación de las barreras comerciales y fomento de la libre circulación de mercancías y servicios.

  • Movilidad: facilitación de la migración y las oportunidades de trabajo entre los países.
  • Confianza: establecimiento y mantenimiento de una estrecha relación de confianza.
  • Diplomacia: representaciones conjuntas y política exterior coordinada, similar al modelo de las embajadas nórdicas.
  • Seguridad: iniciativas conjuntas de seguridad y defensa, por ejemplo, mediante programas de intercambio y ejercicios conjuntos.
  • Investigación: cooperación en ciencia, educación e innovación.
  • Soberanía: respeto por la independencia nacional de los países miembros.

A diferencia de la Unión Europea, no se prevé una estructura supranacional (como un parlamento común o una unión política): la cooperación se basaría en acuerdos mutuos, sin socavar la soberanía nacional de los participantes.

En esencia, un acuerdo CANZUK significaría que los ciudadanos de los cuatro países podrían viajar, trabajar y vivir libremente en los demás Estados miembros sin necesidad de visado, bajo ciertas condiciones. Las empresas se beneficiarían de la reducción de las barreras comerciales y los gobiernos consultarían más estrechamente en materia de defensa y política exterior. El objetivo es plasmar las relaciones bilaterales ya existentes en un marco multilateral más amplio y aprovechar así estratégicamente las normas y valores culturales, ya de por sí similares, así como los puntos en común (idioma, sistema jurídico, herencia monárquica, etc.).

¿El Imperio Británico 2.0?

Lo interesante es que la idea de CANZUK se basa en realidad en algo que ya existió en la historia: antes de 1945, los ciudadanos del Reino Unido y sus territorios (Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Terranova, etc.) eran todos «súbditos británicos» comunes. Esto iba acompañado de una amplia libertad de movimiento dentro del Imperio, lo que significa que un canadiense podía mudarse a Londres sin visado y un británico a Auckland, desde un punto de vista puramente jurídico.

Sin embargo, esto cambió después de la Segunda Guerra Mundial: Gran Bretaña aprobó leyes para limitar la inmigración procedente de los países de la Commonwealth, que entretanto se habían independizado (sobre todo de Asia y el Caribe). De este modo, se abolió de facto la condición de ciudadano común. El hecho de que ahora, en condiciones modernas, surja esta idea de una nueva unión es, en realidad, más una reintroducción (aunque con bastantes novedades) que una idea completamente nueva. Por eso, entre otras cosas, a veces se utiliza el término «Imperio 2.0» en este contexto.

Una estructura geográfica única, con muchos retos

Otra razón es que, al mirar el mapamundi, se aprecia una particularidad. A diferencia de alianzas como la UE, la CEDEAO o la Liga Árabe, la alianza CANZUK es una alianza de Estados que no podría estar más dispersa a nivel mundial y que no ha surgido de asociaciones regionales. En realidad, el legado colonial es aquí el aspecto unificador.

Sin embargo, en lo que respecta a la Teoría de la banderas, nos encontramos ante un interesante juego mental. Al igual que en la UE, por ejemplo, para obtener un pasaporte CANZUK sería fundamental buscar el país con las condiciones de inmigración más sencillas —en el caso de los europeos, el Reino Unido— para asegurarse nuevas oportunidades a nivel mundial. Aunque, a primera vista, todos los países pertenecen al grupo de países poco interesantes desde el punto de vista fiscal debido a su estatus de países de alta presión fiscal, como siempre, lo que decide aquí son las necesidades personales y, sobre todo, la bandera que se quiere izar y dónde. Sin duda, en este caso la atención se centraría más en la libertad de movimiento personal que en los objetivos fiscales.

¿Es realmente realista que surja una alianza como CANZUK?

La distancia y las diferentes prioridades regionales son innegables. Nueva Zelanda, por ejemplo, está más orientada hacia el Pacífico Sur debido a su ubicación, al igual que Australia, pero con un mayor enfoque en Asia, especialmente en China. Canadá se orienta económicamente en gran medida hacia las grandes potencias, Estados Unidos y China; Gran Bretaña debe ordenar su relación con la UE. Este contexto explica por qué CANZUK, aunque promovido con entusiasmo por los políticos de la oposición, ha sido tratado hasta ahora con bastante cautela por los gobiernos en el poder. Además, muchas cuestiones de detalle (como las prestaciones sociales en materia de migración, el reconocimiento de títulos profesionales o las instituciones comunes) siguen sin estar claras.

Por lo tanto, a pesar de las tensiones geopolíticas de algunos países, no es de esperar que se forme una alianza de este tipo en un futuro próximo, aunque los debates geopolíticos sigan dando lugar a nuevos escenarios.

Sin embargo, ¿qué ocurre con otras alianzas de Estados que siguen un enfoque similar? ¿Existen esfuerzos para crear alianzas de Estados similares?

Es importante entender que la forma de alianza que aquí se presenta no debe confundirse con las alianzas puramente políticas o económicas, como por ejemplo BRICS, donde lo principal no es tanto la movilidad y el libre comercio, sino más bien la posición política en un mundo multipolar. Sin embargo, hay un puñado de iniciativas comparables o alianzas estatales ya consolidadas, como la CARICOM («Caribbean Community») o el Mercosur (Mercado Común del Sur) en Sudamérica.

Unión Africana

A nivel continental, el sueño de un pasaporte africano está relativamente vivo. En 2016, en la cumbre de la UA, se entregó simbólicamente un prototipo de este pasaporte a los jefes de Estado, con la promesa de poder expedirlo también a los ciudadanos normales en 2020. Esto no se ha cumplido, ya que muchos Estados se mostraron reticentes por motivos de seguridad (terrorismo, migración incontrolada).

El Protocolo de Libre Circulación de la Unión Africana, aprobado en 2018, solo ha sido ratificado hasta ahora por cuatro países, entre ellos Ruanda, gran defensor de la iniciativa. Ruanda incluso ha tomado la iniciativa unilateralmente y, desde 2018, permite la entrada sin visado a todos los africanos. Ghana, Benín y algunos otros países también se están abriendo cada vez más a los viajeros africanos.

Pero, África no es un país, ¿o sí?

Probablemente, nada cambiará en las fronteras nacionales de África en lo que respecta a la política mundial. Pero la visión sigue siendo que, tal vez en la década de 2030, con suficiente voluntad política, algo así como una zona africana de libre circulación se haga realidad. Para la Teoría de las banderas, este sería un campo extremadamente interesante: África alberga varios centros financieros y turísticos internacionales (Mauricio, Seychelles o Cabo Verde, con zonas fiscales especiales en algunos casos; Botsuana o Namibia, con fiscalidad territorial, etc.), que, en combinación con grandes mercados (Sudáfrica, Nigeria, Kenia), constituyen una combinación muy prometedora. Una persona podría, por ejemplo, tener tu residencia fiscal en Mauricio y, sin embargo, hacer negocios en Nigeria durante meses sin ningún esfuerzo.

Por ahora, esto es solo una quimera, pero ya se están dando pasos a nivel regional, por ejemplo, tenemos la EAC (una alianza de Estados en África Oriental) y la CEDEAO (una alianza de Estados de África Occidental).

Ambas ya emiten pasaportes, similares a los de la Unión Europea, de la alianza de Estados. Estas alianzas, aunque aún no están completamente maduras, sientan las bases no solo para el desarrollo regional, sino también para el continental en África. Y para la Teoría de las banderas es especialmente interesante que Sierra Leona, miembro de la alianza ECOWAS, ya haya puesto en marcha un programa de ciudadanía por inversión. Si te interesa actuar en esta región, un pasaporte de la alianza te daría acceso a todos los demás socios de la alianza.

Estados del Golfo

Los Estados del CCG (Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos) son monarquías estrechamente vinculadas entre sí y con una enorme riqueza procedente del petróleo y el gas. Desde 1981 coordinan su economía y su seguridad.

Lo que es menos conocido, es que ya han implementado muchos derechos de libre circulación a nivel interno: desde 2008 existe un mercado interior del Golfo que permite a los ciudadanos del CCG trabajar, adquirir propiedades inmobiliarias y recibir prestaciones sociales en cualquier Estado miembro como si fueran nacionales. Así, un saudí puede, por ejemplo, aceptar un trabajo en los Emiratos, y un qatarí puede comprar una casa de vacaciones en Omán, todo ello sin apenas discriminación. La libertad de viaje ya existe: la obligación de entrar con visado para los ciudadanos de dichos países se suprimió hace tiempo.

Esta integración a veces pasa desapercibida, ya que, hacia el exterior, los Estados del Golfo parecen muy restrictivos, pero esto solo se aplica, por regla general, a los extranjeros. Pero dentro del CCG existe de hecho una «libre circulación del Golfo» para los ciudadanos. Se está trabajando en el objetivo de crear un sistema único de identificación digital del Golfo para facilitar el reconocimiento de los documentos de identidad, así como un visado turístico para visitantes válido en todo el CCG, de modo que, por ejemplo, un turista con un visado para Dubái pueda viajar también a Arabia Saudí, lo que hasta ahora era imposible.

Lo interesante es que incluso los residentes extranjeros, por ejemplo, en Dubái, notan las facilidades: los titulares de un documento de identidad de los Emiratos Árabes Unidos suelen poder viajar a los países vecinos sin visado o con estancias más largas. Esto supone un avance muy positivo, especialmente para los extranjeros, ya que, por lo general, se les niega el acceso a la nacionalidad de los Estados del Golfo, pero así al menos pueden moverse por la zona con más facilidad.

Los planes para una moneda común (similar al euro) se han pospuesto, pero no se han abandonado por completo: Arabia Saudí, Catar, Kuwait y Baréin podrían introducir en el futuro el «khaleeji», que ya se ha debatido anteriormente. Por lo tanto, en el futuro podrían producirse novedades en la alianza de los países del Golfo.

Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP)

Un enfoque extremadamente interesante y también bastante único es el de la alianza de todos los países de habla portuguesa. Se trata de una iniciativa muy especial, ya que a veces estos países no tienen casi nada en común, salvo el idioma y el legado colonial.

Los Estados de la CPLP no solo están separados por enormes diferencias culturales, sino también por enormes distancias. En total, los nueve Estados se encuentran en cuatro continentes diferentes.

Portugal, Brasil, Angola, Mozambique, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Santo Tomé, Guinea Ecuatorial y Timor Oriental forman esta alianza de Estados a menudo pasada por alto. En 2021, los Estados de la CPLP acordaron un acuerdo de movilidad que entró en vigor en 2023, tras ser ratificado por los nueve miembros. Este acuerdo crea un marco jurídico en el que los países se facilitan mutuamente la obtención de visados.

En concreto, esto significa que un ciudadano angoleño puede obtener mucho más fácilmente un permiso de residencia en Portugal y viceversa. Por ejemplo, en 2023, Portugal comenzó a expedir permisos de residencia de la CPLP por vía online mediante un procedimiento urgente, en algunos casos en 72 horas para los ciudadanos de la CPLP que llegaban al país. Así, en diciembre de 2024, Portugal también promulgó cambios en su legislación sobre inmigración para facilitar a los ciudadanos de los Estados miembros de la CPLP el acceso al permiso de residencia portugués. Los brasileños, que tradicionalmente emigran a Portugal, se benefician enormemente de ello.

Al mismo tiempo, países africanos de la CPLP como Cabo Verde o Mozambique abren sus puertas a los trabajadores cualificados portugueses.

El acuerdo de movilidad es flexible: cada país decide si concede la entrada sin visado o permisos de residencia simplificados. Portugal, como miembro más atractivo, lo utiliza de forma agresiva para cubrir la demanda de trabajadores cualificados. Esta conexión refuerza la integración en el llamado espacio «lusófono» y podría conducir a largo plazo a una zona de libre circulación de habla portuguesa. Portugal y Brasil ya reconocen mutuamente los títulos universitarios, los portugueses pueden votar en las elecciones locales de Brasil (estatuto de igualdade) y existe un programa permanente de rotación de diplomáticos y profesores entre ambos países.

Escenarios interesantes para la Teoría de las banderas, pero más bien para los no europeos

Lo más interesante para la Teoría de las banderas es que se trata de una forma relativamente fácil de acceder a la UE para los que no tienen pasaporte Schengen. Los brasileños, por ejemplo, pueden vivir en Portugal con relativa facilidad gracias a un acuerdo especial y solicitar la ciudadanía portuguesa después de cinco años. Lo mismo se aplica a los portugueses. Estas disposiciones muestran que el espacio lusófono es cada vez más permeable. Esto resulta especialmente interesante ahora para los brasileños con ascendencia italiana, a quienes recientemente se les ha dificultado considerablemente el acceso a la ciudadanía italiana.

Para los titulares de pasaportes Schengen, esto solo resulta interesante en casos aislados, pero a través de la CPLP se pueden abarcar potencialmente varios continentes con una sola ciudadanía. Por ejemplo, un inversor con pasaporte portugués no solo podría operar en la UE, sino que también podría establecerse con relativa facilidad en Brasil o Angola gracias al acuerdo de la CPLP. O un pasaporte caboverdiano permite ahora un acceso más fácil a Portugal y, por tanto, a Europa. Los países de la CPLP son muy diferentes en materia fiscal, pero precisamente esta diversidad ofrece margen para el arbitraje si la movilidad es la adecuada.

Además, muchos países de la CPLP permiten la doble nacionalidad (Portugal la permite, Brasil también), lo que facilita las estrategias de múltiples pasaportes. Sin embargo, para los titulares de pasaportes Schengen, seguimos recomendando la nacionalidad de Vanuatu para diversificar. Por supuesto, no recomendamos nada sin haberlo hecho primero nosotros mismos. Aquí puedes leer: Cómo adquirí la nacionalidad de Vanuatu en 4 semanas.

Sudamérica y Mercosur

El Mercosur es el mercado común del sur de Sudamérica. Los miembros de pleno derecho son Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y los Estados asociados son, entre otros, Chile, Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador. Desde 2009 está en vigor el Acuerdo de Residencia del Mercosur, que otorga a todos los ciudadanos de los Estados miembros y asociados el derecho a trasladarse a otro Estado miembro de forma relativamente sencilla. A diferencia de los visados de trabajo, que están estrictamente limitados, este acuerdo permite la residencia permanente y el inicio de una actividad laboral inicialmente por un período de hasta dos años, pero renovable y con opción a la residencia permanente.

Los requisitos suelen ser mínimos, no se necesita ni contrato de trabajo ni cualificaciones específicas. En la práctica, por ejemplo, un peruano obtiene la residencia temporal en Argentina o Brasil y, a partir de ese momento, tiene derechos laborales similares a los de los nacionales. Después de dos años, puede quedarse de forma indefinida.

Este acuerdo ha sido firmado por nueve países (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Chile, Perú, Colombia y Ecuador), por lo que abarca casi toda Sudamérica, excepto las pequeñas Guyana, Surinam (que pertenece a la CARICOM, es decir, la alianza de los Estados del Caribe) y Venezuela, actualmente suspendida. Venezuela, como miembro de pleno derecho, también se benefició de él hasta 2016; actualmente, su membresía está suspendida, pero muchos venezolanos siguen utilizando vías especiales.

La actualidad y el dinamismo de todas estas alianzas estatales también se reflejan en los acuerdos más recientes entre el Mercosur y, por ejemplo, la UE.

La movilidad latinoamericana está garantizada

Las empresas de un país del Mercosur pueden, por tanto, contratar personal en los países vecinos con relativa facilidad. Una empresa argentina, por ejemplo, puede enviar a su propio personal a Brasil sin tener que pasar por un largo proceso de obtención de visados, lo que facilita enormemente la expansión regional. El mercado laboral ampliado también es una ventaja para las empresas extranjeras que se establecen en un país del Mercosur. Por otro lado, también hay retos: los sistemas salariales y de seguridad social no están armonizados; por ejemplo, un brasileño que trabaje en Argentina cotiza allí a la seguridad social y luego tiene que transferir sus derechos (existen convenios sociales para ello). No obstante, la movilidad en Sudamérica es notablemente libre, lo que puede dar un impulso futuro al mercado interior.

Y la región tampoco carece de interés en lo que respecta a la ciudadanía. Sudamérica se considera generalmente una de las regiones en las que es más fácil y rápido obtener la ciudadanía mediante la naturalización.

Entonces, ¿qué determina la probabilidad de que no solo se formen nuevas alianzas, sino que estas también tengan éxito?

La implementación de nuevas alianzas entre Estados depende, por supuesto, de muchos factores muy individuales. Sin embargo, a grandes rasgos y simplificando mucho, hay algunos factores que favorecen las alianzas entre Estados y promueven su surgimiento:

  • Crisis geopolíticas: conflictos como la guerra de Ucrania o la expansión de China aceleran la cooperación regional. La necesidad agudiza el ingenio.
  • Complementariedad económica: las alianzas suelen fracasar debido a intereses comerciales divergentes. Si esto está garantizado y se trata de socios económicos de similar fortaleza, las posibilidades de éxito son mucho mayores.
  • Homogeneidad cultural: las comunidades lingüísticas (francofonía, CPLP) tienen más posibilidades de éxito debido a su mayor identificación.

Así pues, se puede ver que, a menudo, cuando se cierran unas puertas, se abren otras. Lo importante es tener una visión general y clasificarla adecuadamente. Llevamos diez años acumulando experiencia en todos los cambios relacionados con la ciudadanía, los impuestos, las inversiones o la emigración, y gracias a nuestra red, solemos ir un paso por delante antes de que se hagan públicos determinados cambios. Si estás interesado en diversificar tus ámbitos de vida, acuerda aquí una consulta, estaremos encantados de ayudarte.

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