El IVA es un verdadero monstruo dentro de la Unión Europea, un monstruo que muy pocos empresarios llegan a entender y ante el que los menos saben cómo actuar correctamente, al menos sin la ayuda de asesores fiscales especializados.

En nuestra serie de artículos con esta temática, el IVA en productos digitales, pasarelas de pago y plataformas de venta, y este nuevo sobre el IVA en la venta de productos y servicios, explicamos todo lo que necesitas saber para no pillarte los dedos y meterte en ningún lío. Por supuesto, en la serie también hemos tratado el tema de recuperar el IVA de las compras.

El artículo de hoy nos introduce en los fundamentos del IVA en la Unión Europea, introduciéndonos especialmente en la temática del IVA en los servicios y en la venta de bienes físicos. Como en los demás casos, también hoy hablaremos de las mejores estrategias para lidiar con este monstruo de 28 cabezas.

Estas son las partes del artículo:

Lo básico que debes saber sobre el IVA en la UE

En un tema tan complejo como el IVA europeo, es difícil decidir por dónde empezar. Este artículo no pretende documentar todas las excepciones y casos especiales, pero sí dar una idea general y mostrar ciertas soluciones.

De todos los impuestos existentes, el IVA (un impuesto indirecto) se considera a menudo el menos perjudicial. Solo se paga cuando el cliente final adquiere un producto. En principio, se supone que los empresarios no pagan el IVA, pero la realidad es diferente.

El IVA es algo que como empresario debes cobrar, deducir y declarar. Y a veces, ya no solo tienes que hacerlo en tu país, sino también en el de tus clientes, has de tramitar el pago de las cantidades correctas a las autoridades de otros países.

La verdad es que la UE ha creado un monstruo difícil (si no imposible) de comprender desde el punto de vista contable para no expertos.

Así pues, el empresario de la UE puede que no pague el IVA de forma efectiva, pero en la práctica paga mucho IVA, ya que tiene que contratar asesores fiscales, contables y pagar las licencias por un software que le permita hacerlo todo correctamente.

Sea como sea, para la mayoría de los empresarios no habrá forma de escapar de la temática del IVA. Tendrás que dedicarle un tiempo a familiziarte con los aspectos básicos del impuesto sobre el valor añadido, al menos en lo que toca a tu negocio ya que esta es la única manera de hacer uso de ciertos vacíos y excepciones para tu beneficio.

Si tienes un negocio en marcha seguramente conozcas los conceptos básicos: antes de empezar a vender tienes que inscribirte en la oficina fiscal competente a efectos del IVA.

A partir de este momento, tendrás que informar al Estado sobre todas tus facturas y habras de tramitar las cantidades de IVA para transferírselas trimestral o mensualmente al Estado. De igual forma, también enviarás la información sobre tus compras, para que te devuelvan la cantidad de IVA de las compras de tu empresa.

Si solo vendes a nivel nacional, la complejidad es mínima. Simplemente cobras el porcentaje obligado para el tipo de producto o servicio que ofreces. Si tienes la suerte de tener tu empresa fuera de España y te has acogido a la normativa de pequeños empresarios, ni siquiera tendrás que preocuparte por cobrar y tramitar el IVA.

Sin embargo, si vendes de forma internacional, la cosa se complica bastante más. La UE se compone de 28 Estados, 28 países con sus reglamentaciones y diferentes porcentajes de IVA y según el tipo de producto que ofrezcas, tendrás que cobrar el IVA de una forma u otra.

En el caso de los productos digitales automatizados, por ejemplo, el país del domicilio social de la empresa no es relevante a la hora de decidir el tipo de IVA que se debe imponer, sino el país del cliente (puedes leer sobre esta excepción en el artículo enlazado).

Para los demás casos en los que vendes en la UE, pero más allá de tus fronteras, se aplica el denominado procedimiento de inversión del sujeto pasivo, que explicaré detalladamente en este artículo.

En caso de que tengas un negocio de comercio, tendrás que tener muchas más cosas en cuenta. Cada país de la UE tiene diferentes umbrales de venta a partir de los cuales estás obligado a cobrar el IVA local sobre las importaciones de productos. Deberás hacer ciertas notificaciones a las autoridades fiscales del país y expedir facturas según ciertas formalidades.

Todo esto es algo que no debes descuidar como empresario en la UE. Las autoridades fiscales europeas son despiadadas en muchos países y ya han arruinado a más de un empresario que no siguió al pie de la letra las reglas establecidas.

Evadir el IVA (un informe de hace unos años de la UE cifraba la cantidad de ingresos perdidos debido a la evasión de IVA en 160 millones de euros) aunque bastante habitual, cada vez es menos aconsejable. Aunque en España o el país en el que resida tu empresa no tengas problemas con Hacienda y sigas la ley al pie de la letra, las Haciendas de otros países podrían ponerte en un gran aprieto.

La violación (incluso aunque solo fuera por desconocimiento) del reglamento sobre los umbrales de IVA y la falta de registro del IVA por sí sola daría lugar a multas e intereses de mora que superan con creces el IVA adeudado.

No es raro que te cobren intereses mensuales de un 0,5%. Además, existe la posibilidad de que la Hacienda de otros países iniciase procedimientos penales por delitos fiscales, que ya no podrás evitar autodenunciándote. Como se suele decir, el desconocimiento no exime de la obligación de cumplir la ley y, por supuesto, tampoco te permite evitar el castigo dentro de la UE.

Tampoco debe subestimarse la capacidad de vigilar por parte de las Haciendas en la UE que se está cumpliendo con el reglamento del IVA.

Por ejemplo, las autoridades fiscales alemanas usan un rastreador de Internet llamado Xpider que es capaz de rastrear a los comerciantes que no cobran IVA. Según una decisión del Tribunal Fiscal Federal alemán en 2013, Hacienda puede pedir información sobre las ventas a través de Amazon o eBay.

En un caso concreto se solicitó informaciónen forma de listas sobre todas las cuentas con un volumen de negocios superior a los 17.500 euros (es decir, por encima del régimen especial alemán de pequeñas empresas).

Y Alemania no es un caso aislado, también otros países como Austria solicita información a los servicios de entrega y paquetería para saber quién está por encima del umbral. En el caso de Dinamarca, simplemente analizan el nivel de ventas a partir de las tarjetas de crédito.

Sin duda es importante que te prepares con tiempo para evitar problemas por infracciones del IVA. No es de extrañar que muchos empresarios prefieran vender en otros mercados ante esta situación.

El IVA es un impuesto que aunque cada vez más presente en el mundo, no se aplica todavía de forma global. Existen países como los Emiratos Árabes Unidos y los EEUU, por ejemplo en los que todavía no se aplican (en los EEUU hay impuestos locales sobre las ventas, los Emiratos Árabes Unidos introducirán el 2019 un 5% de IVA).

Aunque las empresas de venta de productos y servicios a través de internet con sede fuera de la UE en principio son mucho más fáciles de gestionar, ya que no están obligadas a cobrar y tramitar el IVA, al final, ni siquiera estas pueden evitar el IVA. Para poder vender en el rentable mercado de la Unión Europea tienen que montar una empresa o sucursal en un país de la UE y registrarla a efectos del IVA.

Los umbrales de IVA en las exportaciones a países de la UE

Al contrario de lo que ocurre con los servicios, en el caso de los productos no es posible aplicar la inversión del sujeto pasivo, algo que explicamos más abajo. Y para que los diferentes países de la UE puedan disfrutar del IVA que (en su opinión) les corresponde, se han establecido unos límites o umbrales de ventas. De esta forma nos regimos también en la venta de productos por el país de consumo.

En principio, los comerciantes solo deben declarar y pagar el IVA en el país en el que tienen su domicilio social. En la variante más sencilla, si no exporta productos, introduce los productos desde fuera de la UE y paga los impuestos y aranceles de importación. Solo tiene que tramitar el IVA si supera el umbral de ventas del régimen especial de pequeñas empresas en su país.

[Por cierto, el régimen especial de pequeñas empresas te exime de incluir el IVA en tus facturas, de forma que no tienes que cobrar este impuesto a tus clientes, mejorando tu competitividad en el mercado. Eso sí, tiene ciertas limitaciones, puedes leer más sobre este aquí. Por desgracia este régimen no está disponible en España, pero sí podrías aprovecharlo si constituyes tu empresa en otro país de la UE.]

Una vez que se ha introducido el producto en la zona común europea ya puedes venderlo en cualquier país de la UE sin pagar impuestos de importación. Es más, hasta un determinado límite de ventas sólo tienes que aplicar el IVA del país en el que reside tu empresa (en caso de que te hubieras acogido al régimen especial, no cobrarías IVA, claro).

No obstante, en caso de que se superen estos umbrales, deberás hacerte con un número de identificación fiscal para cada país en el que vendes y deberás tramitar y transferir las cantidades de IVA correctamente.

Este reglamento existe para evitar la competencia fiscal entre países de la UE, ya que además de los diferentes regímenes especiales de pequeñas empresas, también el porcentaje de IVA difiere considerablemente de un Estado a otro, tanto en los tipos normales como en los reducidos.

Por ejemplo, en el caso de una empresa registrada en Luxemburgo (17% de IVA) tendría en última instancia una gran ventaja competitiva sobre las empresas húngaras (IVA al 27%). Con el fin de evitar estas ventajas y desventajas competitivas en el comercio transfronterizo se han establecido unos umbrales de IVA que evitan que los paraísos fiscales de la UE como Luxemburgo, Malta y Chipre  (IVA del 17 a 19%) atraigan así a más clientes.

Normalmente este umbral de IVA es de 100.000€, pero los Estados pueden reducirlo a 35.000€ si así lo desean. La mayoría de los Estados  ya han hecho uso de esta opción. Sólo los Países Bajos, Luxemburgo y Alemania siguen teniendo un umbral de IVA de 100.000 euros. En España el umbral es de 35.000€.

Gran Bretaña, en cambio, ha luchado por mantenerse como excepción. En el Reino Unido no existe ningún umbral de IVA, es decir, las ventas a clientes dentro del Reino Unido están sujetas a impuestos a partir del primer euro. Si tenemos en cuenta el generoso régimen especial de pequeñas empresas en Reino Unido, está claro que Inglaterra quiere llevar a la isla a las empresas de venta por correspondencia (ya que montando la empresa en Reino Unido y manteniéndose por debajo de los 100.000 euros no tendrán que cobrar IVA allí).

En el cálculo de los importes para el umbral de IVA sólo se calcula el precio neto. El cálculo incluye el coste de las propias mercancías, así como los gastos de envío y embalaje. Sin embargo, no incluye las ventas a otras empresas de la UE (B2B).

Se debe empezar a pagar el IVA en el país al que se exporta a partir de la primera venta con la que se supera el umbral de ventas. Hasta ese momento deberás cobrar el IVA del país en el que reside tu empresa.

Importante: el umbral de entrega sólo es válido para el país en el que se encuentra el cliente final, no el país en el que se almacenen los productos. Aunque los almacenes también deben llevar una contabilidad e informar de los movimientos a las Haciendas, no están obligados a pagar impuestos (como verás en el ejemplo de más abajo). Es más, el umbral es por país, incluso si el país se abastece desde dos fuentes diferentes (bajo el nombre de la misma empresa).

Un ejemplo podría ser el caso de un proveedor de alimentos cuyos productos alimenticios están gravados en Francia a un tipo reducido del 5,5%. Hasta julio tuvo una facturación de 98.000€ en Alemania a través de ventas desde su almacén francés. Todas estas ventas las gravó en Francia.

Al mes siguiente, sin embargo, superó el umbral de IVA estipulado en 100.000€ en Alemania, pero en este caso enviaba la mercancía a través de un segundo almacén, esta ven en la República Checa. A pesar de tener los almacenes en diferentes lugares la cantidad vendida por la misma sociedad se suma y tiene que gravar todas las ventas por encima de los 98.000€ con el IVA reducido alemán en lugar del francés, a un 7%.

Las ventas por encima del umbral de IVA están sujetas al IVA en el país destino durante todo el año natural, así como el año siguiente. Esto es así incluso si las ventas en el año siguiente se encuentran de nuevo por debajo del umbral de ventas.

Por lo tanto, si nuestro proveedor de alimentos francés supera el umbral de IVA en Alemania en el 2018, tendrá que pagar este impuesto durante todo el año en 2019, incluso si el nivel de ventas en 2019 es significativamente inferior. La posibilidad de aplicar el IVA en el país de origen no volvería hasta 2020.

Por supuesto, no hay regla sin excepciones. Todas las mercancías sujetas a impuestos especiales adicionales (como los hidrocarburos, el tabaco y el alcohol) o los vehículos nuevos están sujetos al IVA en el país de destino a partir del primer euro.

Otra cosa a tener en cuenta en cuanto a los límites de venta es que si los empresarios quieren, tienen la opción de renunciar voluntariamente al umbral de IVA y pagar así el IVA del país de destino directamente, desde el primer euro.

Así, un empresario húngaro que exportase a Alemania estará feliz de poder aplicar el IVA del país de destino. De esta forma, podría acogerse al IVA alemán del 19% en lugar de tener que cobrar el IVA al 27% de Hungría. Esto puede hacerlo aunque no haya alcanzado el umbral de IVA en Alemania de 100.000€ (sin duda, una de las razones por las que Alemania tiene un umbral de IVA elevado es porque el IVA allí es bajo comparado con el de otros países de la UE).

También si la mercancía estuviese almacenada en otro país, en Polonia, por ejemplo, y se enviase a Alemania, la empresa húngara podría acogerse al 19% de IVA en lugar del 23% de Polonia.

Para acogerte desde el primer euro al IVA del país de destino has de enviar una solicitud a la Hacienda del país que pierde el derecho de tributación. En algunos casos, esto se puede hacerse de manera informal, pero a veces es necesario rellenar varios formularios y contar con al menos unas semanas hasta recibir respuesta. Podrías tener que probar que vas a vender en el otro país (generalmente es suficiente con demostrar que se tiene un número de identificación de IVA en el otro Estado).

Sea como sea, en la mayor parte de los casos tendrás que seguir llevando la contabilidad del IVA también en los países en los que solo almacenas tus mercancías, incluso si no estás obligado a pagar el IVA (véase más adelante).

Por lo general, si decides renunciar al umbral de IVA, esto tiene efecto durante el año natural completo, aunque algunos países tienen excepciones.

Como puedes ver, es un un tema complejo. Desgraciadamente, es algo que toca mucho a los comerciantes de Amazon FBA, ya que envían sus mercancías desde almacenes situados en diferentes lugares a diferentes países de la UE.

En el caso del programa paneuropeo de logísitica de Amazon, las mercancías pueden ser enviadas actualmente desde la República Checa, Polonia, Alemania, España, Francia, Italia y Gran Bretaña. Como parte del programa, sin embargo, debes dar tu consentimiento a que Amazon traslade la mercancía a voluntad. Pero para evitar problemas con esto es esencial saber cómo se tratan fiscalmente los envíos de mercancías a uno mismo dentro de la UE.

Envíos a uno mismo en la Unión Europea, el IVA con Amazon FBA

Por suerte, los envíos a uno mismo no están sujetos a IVA. A pesar de ello, hay unas cuantas cosas que debes tener en cuenta para no tener problemas.

En primer lugar, los productos (por ejemplo, de Amazon) se podrían encontrar en un almacén en Francia, por ejemplo, y trasladar a otro almacén en España. Se trata de una entrega exenta de impuestos, el llamado envío intracomunitario. Francia no recauda aquí ningún impuesto.

Sin embargo, cuando los productos llegan a España, nos encontramos ante una adquisición sujeta a IVA. En España, este importe está sujeto al IVA íntegramente, pero se ve compensado con el mismo importe gracias a que se le resta el IVA soportado.

Esto es posible porque los datos del IVA se intercambian por toda la UE. En la práctica no se pagan impuestos, pero sí existe una burocracia adicional.

En nuestro ejemplo, España sabe que los productos han llegado de Francia a España para venderlos. En última instancia, las Haciendas de los diferentes países están informadas en todo momento sobre dónde y cuándo se encuentran los bienes en el momento de su venta al consumidor, lo cual les permite saber a cuánto asciende el IVA y a qué país le corresponde.

Esto se hace mediante una declaración sumaria (con la suma de los precios de adquisición de todas las mercancías enviadas) que el contribuyente debe presentar a las Autoridades fiscales en el país de envío.

Como base para el cálculo del IVA en el comercio intraeuropeo se usa el precio de compra, que en algunos casos aún debe convertirse a monedas locales.

Deben declararse las adquisiciones intracomunitarias en los países respectivos, también el IVA soportado. Por supuesto, tienes que tener un número de IVA en cada uno de los países por los que pasa la mercancía (para así poder declarar el IVA).

Por lo tanto, cualquier persona que participe en el programa FBA paneuropeo de Amazon tiene que registrarse por adelantado y obtener un número de IVA en todos los países que participan en el programa. Esto, por desgracia, puede ser complicado si todavía no se ha vendido nada en dichos países.

En principio, según una sentencia del Tribunal de Justicia de la Comunidade Europea, puede ser posible la imposición retroactiva a falta del número de IVA, siempre y cuando no existiera intención de defraudar impuestos.

Para probar que no existen malas intenciones se podrían usar facturas pro-forma, expedidas de y para uno mismo. Este tipo de facturas debe cumplir con todos los criterios de una factura normal.

Además de la notificación sumaria, también es necesario tener en cuenta las estadísticas intracomunitarias, que deben transmitirse a las autoridades competentes a partir de determinadas cantidades máximas en todos los países de la UE.

Una vez has realizado todas las declaraciones y pagados todos los impuestos correctamente, habrás superado todos los escollos legales y burocráticos. Afortunadamente, y a pesar de toda la complejidad, la mayoría de los pasos aquí descritos se pueden automatizar con el software adecuado.

Alternativas, evitar el IVA en la UE

Por desgracia, no existen caminos claros para eludir el IVA. Dentro de la UE, se han creado los mecanismos necesarios para poder descubrir y denunciar fácilmente a los que defraudan el IVA.

En el caso de las empresas extracomunitarias, a veces se encuentran con grandes dificultades para obtener los números de IVA que necesitan en los diferentes Estados de la UE.

Usar los servicios de un agente operativo (una empresa dentro de la UE dedicada a tramitar el IVA y las ventas en nombre de la empresa de fuera) puede remediar esta situación y, en algunos casos (por ejemplo, si importas a través del puerto de Rotterdam) puede proporcionar ventajas de liquidez. Existen proveedores especializados en este tipo de servicio, a menudo también tienen almacenes o agencias de transporte, lo cual puede ahorrar muchos problemas a la empresa las empresas de fuera.

La entrega directa desde el país extranjero de la UE suele fallar debido a los aranceles de la aduana, que sólo se pueden tramitar teniendo un número de IVA en la UE. Es decir, si quisieras vender tus mercancías en Europa sin cobrar el IVA, tendrías que esquivar de alguna forma la aduana.

Esto es justamente lo que hacen muchas tiendas low cost chinas con sede en Hong-Kong. Envían paquetitos pequeños que no se tienen que declarar siempre y cuando su valor declarado esté por debajo de los 22€.

Sin embargo, según las nuevas propuestas de la UE también se combatirá este fraude de IVA y se reducirá la cantidad exenta para evitar esta práctica.

A parte del contrabando, no hay muchas más opciones que permitan evitar que los comerciantes de fuera de la UE vendan en la UE sin cobrar el IVA. Eso sí, existen posibilidades de miniminizar la cantidad de IVA cobrada gracias a diversos paraísos fiscales en la UE. Como empresa, sin embargo, difícilmente podrás librarte de la burocracia.

Cambios al sistema propuestos desde la UE

La Comisión Europea presentó hace un año algunas propuestas para reformar el sistema de IVA existente, especialmente en lo que concierne a las pequeñas empresas. Los cambios que se esperan son como siguen.

Nuevas reglas de IVA para la venta por internet de bienes y servicios:

En la actualidad, las tiendas por internet tienen que registrarse en los diferentes Estados miembro en los que venden para tramitar correctamente el IVA. Esta obligación a menudo se cita como uno de los principales escollos al comercio electrónico transfronterizo. Los costes a las empresas se cifran en 8.000 euros por cada país de la UE en el que venden.

Se ha propuesto que las empresas sólo tengan que presentar una declaración de impuestos trimestral simple para todo el IVA que adeuden en la UE y que puedan utilizar la ventanilla única para tramitar el IVA en Internet.

Simplificación del reglamento de IVA para microempresas y startups:

Se pretende introducir un nuevo umbral de 10.000 euros anuales para las ventas de productos por internet, con arreglo al cual las empresas que venden fuera de su país podrán seguir aplicando las normas de IVA que tienen en su país de origen.

También se modificarán las reglas del umbral de IVA de 100.000 euros anuales para facilitará las cosas a las PYMEs. La idea es simplificar las normas sobre los procedimientos para identificar el país de residencia de los clientes. Los nuevos valores límite podrían aplicarse a los servicios electrónicos ya en 2018 y a las ventas por internet de productos de aquí a 2021.

Otras simplificaciones permitirían a las microempresas seguir aplicando las normas del IVA que han de seguir en su país de origen en lo que respecta a la facturación y registro de movimientos.

Los trámites se llevarían a cabo desde el Estado miembro en el que tenga sede la empresa en cuestión y las cuentas de la empresa dejarían de ser auditadas por cada Estado miembro en el que vendan.

Medidas contra el fraude de IVA por empresas de fuera de la UE:

Los envíos pequeños con un valor inferior a 22 euros importados en la UE están actualmente exentos de IVA. Dados los 150 millones de paquetes que se importan cada año en la UE, está claro que este sistema es vulnerable al fraude, lo que crea distorsiones significativas de la competencia en detrimento de las empresas con sede en la UE.

Por un lado, las empresas dentro de la UE se encuentran claramente en desventaja frente a sus competidores no comunitarios, ya que sus ventas sí están sujetas al IVA desde el primer céntimo de euro.

Por otro, a menudo se aportan datos falsos, introduciendo así productos de alto coste, tales como smartphones y tabletas, exentos de IVA.

Todo esto ha llevado a la Comisión Europea ha decidido suprimir la exención en su propuesta.

La inversión del sujueto pasivo (Reverse-Charge System)

No solo las empresas que venden productos han de conocer las implicaciones fiscales del IVA en su contabilidad. El denominado reverse-charge system es especialmente importante en el caso de empresas que ofrecen servicios a empresas extranjeras.

La inversión de sujeto pasivo existe principalmente por dos razones. En primer lugar, tiene por objeto prevenir el fraude del IVA haciendo que el destinatario de la factura sea quien pague el impuesto. En segundo lugar, también pretende simplificar la prestación de servicios dentro de la UE eliminando la necesidad de registrarse para el IVA en cada país del cliente (al contrario de lo que ocurre con la venta de productos).

Las prestaciones se gravan según el país en el que se presta el servicio.

En términos generales, la inversión del sujeto pasivo supone que como destinatario de la factura, tendrás que calcular, tramitar y pagar el IVA en tu país. El proveedor de servicios sólo incluirá la cantidad neta en la factura.

Esto no se aplica a todos los servicios, pero la lista de servicios que se tratan de esta manera es cada vez más completa. Como empresa, normalmente recibirás facturas con inversión de sujeto pasivo. Esto es especialmente cierto en el ámbito del comercio electrónico.

Además de no incluir más que la cantidad neta, la factura de la empresa prestadora de servicios ha de incluir una frase parecida a la que sigue: “La obligación tributaria recae sobre el beneficiario del servicio” o “Se ha invertido el sujeto pasivo”.

Es muy importante saber dónde se realiza el servicio y de dónde procede la empresa que lo provee. Esto es a menudo fuente de errores y confusión.

La inversión de sujeto pasivo sólo se aplica a los países de la UE y a algunos países de fuera del territorio comunitario. Existen algunos países de fuera que no participan el el reverse-charge-system. En este contexto, cabe destacar especialmente Suiza.

Otros terceros países, ya sean EE. UU., Canadá y otros Estados offshore pueden emitir facturas sin IVA sin incluir ninguna coletilla. El sistema de inversión del sujeto activo NO se aplica y NO es necesario tramitar ningún tipo de impuesto. Por supuesto, es dudoso que la factura expedida por una empresa offshore sea reconocida por la Hacienda de los diferentes países de la UE.

El mejor ejemplo de factura sin IVA son las expedidas por empresas estadounidenses, facturas que sí son reconocidas y aceptadas en la UE. Sin embargo, en EEUU no existe el IVA como se conoce en la UE, sólo diferentes impuestos locales. Por consiguiente, las empresas estadounidenses no pueden apuntar ningún número de identificación de IVA en la factura, ya que no lo tienen.

Además, a diferencia de lo que ocurre con los productos físicos, con los servicios no automatizados que se ofrecen a través de internet no es posible realizar un control real, de modo que tampoco se intenta cambiar el sistema actual y obligar a las empresas extranjeras a cobrar IVA.

Con todo, si tienes tu empresa en la UE y estás tratando con un proveedor de servicios, hay que tener varias cosas en cuenta. Si el prestador de servicios tiene algún error en su factura, tú eres responsable ante Hacienda y estás obligado a tramitar el impuesto y solicitar que te expidan una factura corregida. Si le has pagado en bruto (con IVA), la otra empresa tendría que pagar el IVA (pero ten en cuenta que es algo a lo que en realidad no está obligado).

En el caso de las empresas que se acogen a la normativa de pequeñas empresas también también se invierte el sujeto pasivo, incluso si en la práctica no tuvieran que pagar el IVA. Desgraciadamente, esto se pasa por alto a menudo.

Un resumen final del reglamento del IVA en productos y servicios

Al final de este largo artículo sobre el IVA, vamos a ilustrar una vez más lo que tienes que hacer en los diferentes casos.

La variante más sencilla es la de la empresa de servicios que actúa únicamente a nivel nacional, en el país en el que reside la empresa. En los servicios a empresas (B2B) no necesitas cobrar IVA, sólo los particulares, como consumidares finales, han de pagar este impuesto.

Si ofreces tus servicios a empresas extranjeras dentro de la UE, les corresponde a ellos declarar y pagar el IVA como destinatarios del servicio.
En caso de que seas tú quien contrata los servicios de empresas intracomunitarias, el sujeto pasivo se invierte y la obligación de tributar recae sobre ti.

Ten en cuenta que la inversión del sujeto pasivo solo se da en el caso de ventas a clientes de la UE y algunos otros países (como por ejemplo Suiza), pero que en general no se da en las facturas a países de fuera de la UE.

Según el país en el que resida tu empresa podrás hacer uso del régimen de IVA para pequeñas empresas (no disponible en España) y así no tendrás que cobrar ni tramitar el IVA en las ventas a tus clientes, siempre y cuando te encuentres por debajo de los límites de facturación marcados. Eso sí, si haces uso de dicho régimen, no te devolverán el IVA de las compras de tu empresa.

La legislación del IVA se vuelve mucho más compleja cuando tienes una empresa de comercio internacional, como en el caso de Amazon FBA. Si solo introduces, almacenas y vendes tus productos en un único país son muchas menos las cosas que has de tener en cuenta.

Si trasladas la mercancía a otro país de la UE, no tienes que pagar impuestos, pero deben cumplirse ciertas obligaciones contables y burocráticas. Has de enviar un informe de totales, conseguir un número local de IVA, y tienes que emitir una factura proforma.

Cuando exportas productos a otros países dentro de la UE has de tener en cuenta los umbrales de IVA. Con la excepción de Alemania, Países Bajos y Luxemburgo (100.000€ en cada caso) los umbrales de IVA son de sólo 35.000, es más, en Reino Unido tienes que incluir el IVA de allí desde la primera libra.

Puedes renunciar voluntariamente al umbral de IVA (interesante sobre todo si la cuantía del IVA en el país de destino es menor), pero has de tener en cuenta las consecuencias. Es importante conocer las excepciones en los umbrales (productos con impuestos especiales adicionales como el tabaco y el alcohol).

En este artículo no hemos tratado el caso de las exportaciones desde dentro de la UE hacia afuera. Si tus clientes se encuentran fuera de la UE lo mejor que puedes hacer es constituir tu empresa directamente fuera de Europa.

También tienes todo tipo de excepciones y procedimientos diferentes si vendes por internet y aplicas el procedimiento VAT-MOSS (ventanilla única). Así, desde 2015, los productos digitales automatizados siempre están sujetos al IVA del país de residencia del cliente.

Puedes informarte a fondo sobre la ventanilla única en el artículo enlazado un poco más arriba.

Y por último, a continuación tienes una tabla que da una pequeña visión general de los tipos de IVA aplicables y los descuentos relevantes. También puedes leer sobre las excepciones y características especiales aquí.

Para finalizar, sólo queda decir que el sistema europeo del IVA, a pesar de su complejidad y tamaño, sigue una lógica y, si nos olvidamos por un momento de las muchas dificultades que supone para los empresarios, se podría decir que funciona sorprendentemente bien.

Sin duda lo más inteligente es contratar asesores fiscales competentes o, al menos, usar el software adecuado.

Con todo, no hay duda de que es más fácil hacer negocios sin IVA. Especialmente como proveedor de servicios, tienes bastantes vías para hacerlo a nivel internacional. En el caso de la venta de productos a nivel internacional tendrás que planificar bien para vender sin IVA en la UE.

Al final, si lo que quieres es evitar el IVA, lo más sencillo es que te decantes por otro mercado. Los EEUU pueden ser un mercado muy interesante y por supuesto también los diferentes Países en Latinoamérica. Si vas a vender vía FBA, América puede ser una gran alternativa al complejo sistema europeo.

Ahora, si quieres ayuda para tu planificación fiscal o quieres constituir una empresa en otro país, ponte en contacto con nosotros.