3 trampas de la tributación territorial que deberías conocer

Un término con el que te cruzarás a menudo en nuestras publicaciones es el de la tributación territorial. La tributación territorial es uno de los 6 sistemas fiscales que existen en el mundo. Este tipo de tributación, a diferencia de lo que ocurre con la tributación (universal) por residencia, no nos obliga a tributar por todos nuestros ingresos mundiales, sino que aplica un principio de territorialidad que exime de impuestos los ingresos extranjeros. Es decir, cuando somos residentes fiscales en un país de tributación territorial, sólo pagamos impuestos por los ingresos nacionales.

No obstante, la tributación territorial no es igual en todos los países. La idea de que los ingresos extranjeros no tributan parece simple, pero está sujeta a muy diferentes interpretaciones según el país.

Por ejemplo, en algunos casos, los ingresos procedentes del extranjero se consideran ingresos nacionales cuando el valor se ha generado en el país, aunque los clientes vivan en otros países.

Así, la única opción para permanecer libre de impuestos con una empresa situada en un país de tributación territorial que aplicase esa forma de entender la tributación territorial, sería usando empresas fantasma, que aunque registradas allí, no desarrollen en realidad ninguna actividad en el país (algo parecido a lo que se hace con las LLC estadounidenses para no pagar impuestos).

Una de los principales aspectos que debemos tener en cuenta es la separación que hace el principio de territorialidad entre personas físicas y sociedades mercantiles. Mientras que ciertos países aplican un sistema fiscal territorial para ambos (Panamá sería un ejemplo), hay también otros que sólo lo aplican para sociedades (el caso de Marruecos) o para personas físicas (el caso de Georgia). Hay que tener mucho cuidado de no caer en una trampa fiscal. Este artículo tiene como objetivo resumir las principales excepciones relativas a la tributación territorial para evitar cometer en errores que te acaben saliendo muy caros (aunque, por supuesto, si quieres evitar graves errores, lo mejor que puedes hacer antes de ponerte en marcha es contratar una consulta Librestado).

Tributación territorial de las personas físicas y jurídicas

La gran diferencia del Principio de territorialidad es la distinción que hace entre personas físicas y morales (sociedades) como son las sociedades mercantiles o fundaciones. En numerosos países, la tributación territorial sólo se aplica a uno de los dos niveles, mientras que el otro se rige por el principio de tributación universal. Equivocarse aquí, puede salir muy caro.

Por supuesto, también hay países en los que la tributación territorial se aplica tanto a nivel de empresa como personal. Entre ellos se incluyen, por ejemplo, varios países latinoamericanos muy conocidos para los lectores de nuestro blog, como Panamá, Nicaragua y Costa Rica, pero también Guatemala y Bolivia.

Por otro lado, Georgia, por ejemplo, sólo exime de impuestos las rentas extranjeras de las personas físicas. La situación es similar en la mayoría de países asiáticos con tributación territorial, como Tailandia, Malasia y Filipinas. También ahora en Paraguay. En todos estos casos, la mejor opción es montar tu empresa en el extranjero, en países como Emiratos, Rumanía, Panamá, Chipre… o en forma de partnership en USA, Canadá o UK.

Las LLC de Estados Unidos, las LLC británicas o las LP canadienses, no tributan en el país en el que se encuentran (Canadá, Reino Unido o Canadá) siempre y cuando no se haga el trabajo desde allí y no tengan clientes nacionales (menos en el caso de las LLC estadounidenses, allí no importa que tengas clientes nacionales). Estas partnerships son sociedad transparentes fiscalmente, es decir, los dueños tienen que pagar impuestos allí donde son residentes fiscales. Dado que serías residente en un país en el que los ingresos extranjeros no tributan, tendrías la combinación perfecta. Prácticamente todos los países con tributación territorial a nivel personal funcionan bien con las partnerships.

Y, por último, están los otros países que han optado por seguir el otro camino. En lugar de no gravar las rentas personales extranjeras, lo que ofrecen es libertad de impuestos por ingresos extranjeros a sus sociedades. Esto es así en países como Hong Kong, Singapur y Marruecos. Las personas físicas están sujetos a impuestos sobre sus rentas mundiales, pero, los ingresos recibidos por sociedades locales desde el extranjero, pueden estar libres de impuestos. En estos casos hay que fijarse en el lugar desde el que se haya generado el valor añadido de la renta extranjera.

Si el servicio se produce o presta en territorio nacional, se aplica el impuesto de sociedades habitual. En cambio, si el trabajo se realiza fuera de dicho estado y el cliente es de fuera también, los ingresos están exentos de impuestos.

Otro país que resulta interesante a este respecto es Gibraltar. Esta pequeña jurisdicción en el extremo sur de España perteneciente al Reino Unido te permite constituir una sociedad local (incluso sin residir allí) que no tribute sobre los ingresos extranjeros.

Los países limítrofes del norte de África también cuentan con regulaciones similares. Pocos saben que Marruecos, Argelia y Túnez son paraísos fiscales a nivel empresarial. Mientras que en estos tres países se grava a los contribuyentes como personas físicas sobre su renta mundial, todos los ingresos extranjeros a nivel empresarial están exentos de impuestos. Aún así, no debemos olvidar que la burocracia que implica la creación de una empresa en cualquiera de estos tres países tiende a ser muy alta y, por lo tanto, no es una opción recomendable si no tienes buenos contactos allí.

Por último, aún quedan varias excepciones por abordar en el ámbito de aplicación de la tributación territorial. Un ejemplo es Uruguay donde la tributación territorial es ilimitada a nivel de empresa, pero limitada en lo que a la residencia privada se refiere. Allí los dividendos extranjeros se gravan hasta un 12,5%, a menos que el estado del que procede la empresa ya aplique una (igual o menor) retención.

Por el contrario, en Moldavia, los ingresos que se perciben del extranjero como persona física suelen estar exentos de impuestos, no así los percibidos por sociedades locales.

En Tailandia los ingresos extranjeros de personas físicas no tributan siempre y cuando no se transfieran al país en el mismo año en el que se obtienen las ganancias. Es decir, tienes que esperar un año antes de poder usar tu dinero en Tailandia. Por otro lado, si tienes una sociedad tailandesa, se aplicará el principio de tributación por ingresos universales.

Éstos son sólo algunos ejemplos de los más de 50 países en todo el mundo en los que puedes arreglártelas fácilmente para pagar nada o muy pocos impuestos.

Como ves, es fundamental saber hasta qué nivel y en qué casos están exentos de impuestos los ingresos procedentes del extranjero y si hay excepciones a tener en cuenta.

Tributación Territorial Temporal para inmigrantes fiscales

Muchos países occidentales de alta presión fiscal también resultan interesantes para estancias de corta duración. Por ejemplo, pocos saben que se puede vivir libre de impuestos durante cierto tiempo en Chile, Australia, Nueva Zelanda, China o Corea del Sur. La razón es que, en estos países, la exención fiscal de los ingresos extranjeros está vinculada a la duración de la estancia en el país. Por lo general, esto se aplica a todos los que no son ciudadanos y, ocasionalmente, también a los ciudadanos que han vivido en el extranjero durante un periodo determinado de tiempo.

Los inmigrantes que llegan a Chile y Nueva Zelanda están exentos de impuestos sobre sus ingresos en el extranjero durante los primeros 3 años de su nueva residencia fiscal. Sólo tienen que pagar impuestos sobre la renta mundial a partir del cuarto año. En Chile, esto puede incluso prorrogarse otros 3 años si se solicita.

Esto resulta interesante porque ambos países son muy rápidos a la hora de nacionalizar a sus inmigrantes. Ambas ciudadanías ofrecen excelentes pasaportes y un alto nivel de exención de visado, muy similar al de Alemania. Además, ambos pueden obtenerse de forma virtual con tan sólo un año de pago de impuestos (4 años hasta la nacionalización en Nueva Zelanda, 5 años en Chile).

Australia también tiene una regulación muy interesante para aquellos que quieran seguir explorando dicho país. Incluso estando más de 183 días en el país y convirtiéndose en principio en residente fiscal, no se genera una obligación fiscal sobre la renta mundial. Aquellos que trabajen en Australia con un visado de trabajo de categoría 400, 457 o 482 sólo serán gravados por sus ingresos australianos, no por los de ámbito mundial.

Esto también se aplica a la «Working Holiday Visa», muy popular entre los jóvenes, ya que te permite vivir y trabajar en Australia durante 2 años (sujeto a 3 meses de trabajo agrícola). Aún con residencia permanente, los ingresos extranjeros siguen estando exentos de impuestos.

Otro ejemplo es la República Popular China. Muchos extranjeros señalan que les resulta muy difícil obtener un número de identificación fiscal. Es más, no se les gravan sus ingresos extranjeros en China si salen del país anualmente durante al menos 30 días. Se recomienda entonces cogerse un mes de vacaciones fuera de China cada año para estar libre de impuestos.

Mientras que muchos países asiáticos ya cuentan con un sistema de tributación territorial, otros sólo la aplican durante los primeros años posteriores a la inmigración. Incluso países ultramodernos como Japón y Corea del Sur conceden a los inmigrantes libertad total sobre sus ingresos en el extranjero durante los primeros 5 años. Sin embargo, en este caso también es importante tener en cuenta el Principio del lugar de realización, es decir, que en la práctica sólo las rentas de inversiones extranjeras están exentas de impuestos durante las estancias de larga duración.

Tributación territorial estricta VS permisiva:  lugar de realización del trabajo

Aunque la tributación territorial existe tanto a nivel personal como empresarial, es importante definir y delimitar los ingresos extranjeros y nacionales. Esto se entiende mejor con el ejemplo de Hong Kong, cuya Hacienda hace que la delimitación de ingresos sea muy transparente.

Si tienes tu residencia fiscal en Hong Kong estás sujeto a impuestos sobre la renta mundial. Sin embargo, si constituyes una compañía allí, tendrás la oportunidad de percibir determinados ingresos extranjeros sin pagar impuestos. Hong Kong aplica el principio del lugar de realización del trabajo y de uso del bien o servicio. Si se trata de una empresa unipersonal con administrador en Hong Kong, entonces el negocio suele tener que pagar impuestos en Hong Kong, pues se consideraría nacional. No obstante, si el administrador viaja con frecuencia al extranjero para realizar consultas personales o seminarios en otros países, los ingresos generados están exentos de impuestos porque han sido obtenidos fuera del territorio de Hong Kong.

En última instancia, todo depende del lugar donde se genere el valor añadido de un producto o servicio.

Las empresas de Hong Kong han recuperado su atractivo gracias a bancos locales online como Neat y Currenxie, que ahora te permiten abrir fácilmente una cuenta de negocios. Ahora bien, los socios de la empresa deben tener mucho cuidado de no caer en una trampa fiscal. Con esto nos referimos a la necesidad de que la sociedad de Hong Kong tenga suficiente sustrato para ser reconocida desde el país de residencia de estos.

Normalmente, se aplica a las empresas de Hong Kong la tributación territorial. Si el gerente y los empleados se encuentran fuera de Hong Kong, esto significa que lo establecido en la ciudad es simplemente una sociedad fantasma, el trabajo no se hace allí, y, por lo tanto, la empresa no está sujeta a impuestos

Sin embargo, a diferencia de las compañías offshore que están menos reguladas, en este caso se debe establecer un sistema de contabilidad mensual, que será auditado al final del año fiscal. Esta auditoría se lleva a cabo únicamente con el fin de comprobar si los ingresos contabilizados son realmente ingresos procedentes del extranjero de acuerdo con los principios de Hong Kong (si necesitas ayuda para constituir tu sociedad en Hong Kong, con la contabilidad o para abrir cuentas de empresa allí, podemos ponerte en contacto con nuestros asociados en Hong Kong).

En Hong Kong, se puede solicitar el llamado «status offshore» si demuestras que no tienes ningún tipo de relación comercial dentro del país. No obstante, esta solicitud es bastante difícil de cumplimentar y, en caso de ser rechazada, supone una carga fiscal para la empresa sobre la renta mundial. Así, se recomienda no usar la empresa de Hong Kong con el status offshore.

[Librestado puede ayudarte a través de sus asociados a constituir tu empresa en Hong Kong por aproximadamente 2400 USD.]

Respecto a usar una sociedad en Hong Kong con residencia personal en un país de fuerte presión fiscal, en este caso nos encontramos con el problema de que nuestro país de residencia no va a reconocer dicha empresa extranjera si no tiene suficiente sustrato, pero, por otro lado, si la empresa tiene sustrato empresarial, Hong Kong entenderá que los ingresos son ingresos nacionales y tendremos que pagar impuestos por ellos. Dado que la mayor parte de la gestión y generación de valor se realiza desde Hong Kong, los ingresos procedentes del extranjero se contabilizan como ingresos nacionales y están sujetos a la tasa habitual de ingresos corporativos del 17%, (los primeros 2.000.000 HKD sólo están sujetos a un impuesto del 8,5%).

Sólo en caso de que los empleados de esta empresa viajen al extranjero para asistir a seminarios, consultas, etc., la creación de valor tendrá lugar en el extranjero y los beneficios podrán deducirse de los impuestos. Por lo tanto, vale la pena fundar una empresa en Hong Kong, especialmente si se trata de una empresa fantasma. En el resto de casos, debemos estudiar detenidamente qué hacer.

Esta regulación no existe sólo en Hong Kong, sino que también existe en la mayoría de países con tributación territorial, bajo diferentes formas. Por ejemplo, si un abogado panameño cobra sus honorarios por ayudarte a establecer tu residencia, tendrá que pagar impuestos por ello. Si, por otra parte, percibe ingresos de una inversión extranjera, él también estará exento de impuestos. De ahí que, a priori, siempre se deba tener en cuenta el lugar de cumplimiento o de realización de cualquier servicio.

Cuando se realiza una notificación personal en el territorio del estado correspondiente, el resultado es evidente. No obstante, en el caso de los productos vendidos virtualmente o del coaching online, la situación se complica. Según las leyes fiscales de muchos estados territoriales, todo depende, por ejemplo, de la ubicación del servidor de los sitios web en los que se venden estos productos digitales. Si el servidor se encuentra fuera del país, los ingresos de la web quedan exentos de impuestos. La situación se repite en el caso de las plusvalías y los ingresos por dividendos obtenidos a través de cuentas de broker en otros países. Si la cuenta se encuentra en un tercer país, los ingresos de la misma están exentos de impuestos.

Pero, ¿qué ocurre si tú, como residente de Paraguay  con presencia local, llevas a cabo una sesión de coaching online con un cliente de España? Esto depende en gran medida de las normas que rigen cada país. Aunque el servicio se presta físicamente en Paraguay, es un servicio que el cliente explota fuera de este país. Por lo general, y sobre todo en caso de ser extranjero, estos ingresos están exentos de impuestos, por ejemplo, en Panamá y Paraguay. También hay que tener en cuenta que la residencia fiscal per se no se activa hasta pasados 183 días. Aunque puedes presentar de manera voluntaria una declaración de la renta tras pasar unos días en tu nueva residencia, no estás obligado a ello.

Algunos países, como Hong Kong y Singapur, examinan más de cerca cada uno de los casos. Cada caso debe ser evaluado de forma independiente de acuerdo con su lugar de cumplimiento y realización. Las autoridades fiscales de Hong Kong, influenciadas por decisiones judiciales tomadas a lo largo de los años, examinan los siguientes factores:

Tratamiento de los hechos

No sólo importa el origen de los beneficios, sino también la naturaleza de los ingresos y las transacciones asociadas a los mismos. No siempre existe un hipotético marco universal aplicable.

Actividad de la empresa

Lo principal es ver cómo y dónde genera el contribuyente sus ingresos. Siempre se trata de generar un valor concreto para un ingreso específico. Estos ingresos deben ser asignados a una persona concreta de la empresa tanto si hay empleados en Hong Kong como fuera.

Actividades ocasionales o preparatorias

La actividad pertinente debe ser considerada dentro del contexto del resto de actividades. Se trata únicamente del valor añadido de determinados ingresos, y no de otras actividades relacionadas con su cumplimiento (preparatorias u ocasionales).

Administración efectiva

El lugar desde el que se gestiona la empresa es sólo uno de los distintos factores a considerar. Sin embargo, por regla general, esto no es algo decisivo, ya que la gestión a menudo sólo se encarga de tareas administrativas en lugar de la generación de valor.

Ingresos brutos de transacciones

Los beneficios nacionales y extranjeros deben ser considerados en el contexto global de los ingresos totales.

Filiales en el mundo

Que una sucursal fuera de Hong Kong normalmente respete el Principio de territorialidad, no implica que todas las sociedades de Hong Kong sin presencia en el extranjero estén automáticamente sujetas a impuestos. Ahora bien, que las oficinas, los gerentes y los empleados se encuentren exclusivamente en Hong Kong, puede suponerse, en principio, una obligación tributaria a escala mundial.

Concluyendo

En resumen, se puede decir que, todo lo que ocurre dentro de Hong Kong, está sujeto a impuestos en Hong Kong. Esto incluye los ingresos procedentes del alquiler y venta de bienes inmuebles in situ, la venta de acciones y otros efectos a través de una bolsa de valores de Hong Kong o los derechos de licencia sobre derechos o patentes registrados o utilizados en Hong Kong.

Normalmente, los servicios están sujetos a impuestos sólo si tanto el cliente como el proveedor de servicios están físicamente ubicados en Hong Kong. Si el proveedor de servicios se encuentra en Hong Kong, pero el cliente está fuera, será muy importante determinar el tipo de servicio. Cuando, por ejemplo, los servidores funcionan a distancia y no están ubicados en Hong Kong, este servicio está exento de impuestos. En un principio, y de acuerdo con el Principio de territorialidad, las consultas online también están exentas de impuestos, siempre que el resto de las actividades empresariales no vayan dirigidas únicamente a una consulta completa in situ. En cuanto al pago de comisiones, todo dependerá del lugar en el que el ordenante realice su actividad.

En el mundo del comercio electrónico de Hong Kong, lo importante no es dónde se venden los productos, sino dónde se fabrican. Los productos fabricados en Hong Kong también deben ser gravados allí para su venta. Sin embargo, si los productos son enviados desde la República Popular China y cumplen con los requisitos, quedan exentos de impuestos. No obstante, si, además de las sociedades de Hong Kong, ampliamos nuestra sede de China continental, debemos celebrar los contratos en consecuencia. De ser así, lo más común es gravar el 50% de los beneficios en Hong Kong, mientras que el resto permanece libre de impuestos.

En caso de duda, debemos solicitar la opinión de la Hacienda local, así como de un asesor fiscal especializado de la zona, ya que puede que algunos casos sean difíciles de resolver. Esta «Resolución Anticipada» puede solicitarse en Hong Kong.

Encontrarás más información sobre el Principio de territorialidad en Hong Kong en la página web de su Hacienda.

La tributación territorial es, por consiguiente, un modelo muy interesante de planificación tributaria válido tanto para empresas como para particulares, pero debe ser abordado con prudencia. Los ingresos procedentes del extranjero no están siempre exentos de impuestos, sino que están sujetos a ciertas condiciones según el país.

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2 comentarios en «3 trampas de la tributación territorial que deberías conocer»

    • Pues el artículo se publicó hace tiempo y no te sabría decir a qué se refiere exactamente. En general, tienes la tributación por nacionalidad, por residencia (sobre ingresos mundiales), territorial, non-dom, sin impuestos directos y luego hay diferentes mezclas (territorial a nivel particular y por residencia a nivel de empresa o al revés).

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