Si tú teletrabajas ¿por qué no podrían tus hijos aprender en casa?

Vale, existen muchos países en los que podría educar a mis hijos desde casa, pero ¿realmente sería buena idea hacerlo?

Hace poco, hablábamos en el blog sobre diez países interesantes para familias que educan en casa, países en los que se acepta la opción del homeschooling, en los que no te obligan a escolarizar a tus hijos. Ahora, es posible que te preguntes, más allá de la voluntad de ser libre de ninguna institución (en este caso el colegio), por qué deberías tomar tú mismo la responsabilidad de la educación formal de tus hijos en lugar de dejarla en manos de los colegios públicos tradicionales. En este artículo te daremos más motivos y argumentos sobre la esencia y las virtudes de educar a tus hijos en casa.

Existe un enorme prejuicio en contra del homeschooling que hace que la gente piense (sin tener la menor idea sobre el tema) que educar a los niños de forma diferente, sin llevarlos al colegio, promueve el malestar, el aislamiento, la exclusión social, la pérdida de control y el desorden en el desarrollo de los niños. La verdad es que estos presuntos problemas no tienen mucho fundamento en la realidad (en este artículo daba respuesta a diferentes preguntas que me han hecho como padre que da una educación diferente a sus hijos).

Como siempre, desde Librestado queremos darte material para pensar que te permita formar tu propia opinión y ser libre para decidir qué camino seguir en la vida.

Qué significa realmente homeschooling

El homeschooling, o educación desde el hogar, no significa necesariamente que los niños solo aprendan «en casa». Aunque esto sea ciertamente una posibilidad, no es la única. La esencia de la educación en casa es que la estructura y el contenido de la educación provienen «del hogar de los niños» y no del Estado, que impone una educación concreta y la hace obligatoria.

La teoría de las banderas y estilo de vida del Perpetual Traveller

Cuando se está soltero, este estilo de vida puede ser maravilloso: viajar constantemente y vivir sin compromisos. La posibilidad de viajar sin parar le da emoción a cada destino. También permite disfrutar de momentos románticos en todo el mundo en el caso de las parejas viajeras. Como perpetual traveller, eres más flexible para experimentar y vivir más aventuras.

Sin embargo, cuando se trata de padres, no se puede. Todos hemos oído aquello de «¡No se puede hacer eso con los niños! ¡Quienes lo hacen están locos de atar! Queremos proteger por completo a nuestros preciosos bebés y no exponerlos al sufrimiento, a las dificultades y a la falta de confort»

De acuerdo con la Teoría de las banderas, la educación es una de las banderas más importantes. Es quizás el «todo o nada» para muchas personas, lo que implica que este estilo de vida pueda fracasar por completo según la decisión que tomen en materia de educación. Sí, los niños pueden convertirse en un ancla, pero no se desintegrarán ni enloquecerán si se alejan de casa.

De hecho, ocurre justo lo contrario: las personas más brillantes han aprendido dos, tres o incluso cuatro idiomas durante la infancia y han conocido diferentes culturas. Viajar permite a los niños adquirir experiencias enriquecedoras, desarrollar una mentalidad empresarial, mejorar la resolución de problemas, agudizar el juicio a una edad temprana e identificar mejor las oportunidades de inversión. Pueden entender cómo funciona realmente el mundo, en lugar de estar sentados en un aula con libros viejos (viejos no necesariamente por su forma, sino más bien por su contenido) mientras un profesor que probablemente apenas haya salido del país les da supuesta «información útil sobre el funcionamiento del mundo».

El origen de la enseñanza obligatoria

La educación es el medio por el cual el Estado se «perpetúa» para seguir robándonos y dominándonos. Por eso, la bandera de la educación es de tanta importancia.

Así, por ejemplo, la «gratuidad» de la enseñanza pública en Alemania, se asienta en una ley de la época prusiana, procede del mismo conjunto de ideas que terminó originando el nazismo y el fascismo. Asume que uno debe aprender a ser un soldado, de modo que nunca se trató de educar para pensar, sino para obedecer y servir.

La razón de ser de las escuelas nunca fue enseñar matemáticas o ciencias. El sistema escolar estatal es el pilar fundamental sobre el que se apoyan los Estados para someter a sus ciudadanos y formarles de la forma que mejor les venga. ¿Por qué te crees que la enseñanza es obligatoria y que cada vez que un nuevo partido consigue el poder lo primero que hace es retocar el plan de estudios?

¿Tiene sentido renunciar a una vida libre escudándose en que tienes hijos?

Por supuesto que no. De hecho, lo óptimo sería combinar la educación en casa con un estilo de vida nómada. Lo único que necesitas es entender las obligaciones que imponen los diferentes países que visitas en materia de educación y su marco jurídico vigente. También necesitarás planificar cuánto tiempo pretendes permanecer en cada país (o con qué frecuencia lo visitarás).

Como decíamos en nuestro último artículo sobre la educación en casa, hay tres posibles categorías en las que clasificar los países:

En primer lugar, tenemos países que permiten el homeschooling. Pueden exigir requisitos específicos, como tener que hacer una prueba de conocimiento anual o revisar el rendimiento del niño. Además, en muchos de estos países puedes encontrar «escuelas sombrilla», una especie de escuelas privadas para los padres que educan en casa y que cumple los requisitos educativos establecidos por el gobierno correspondiente.

Otros países se mantienen al margen y no adoptan una posición explícita respecto a la legalidad del homeschooling. Estos países han consagrado en su constitución que todos los niños tienen derecho a la educación, de modo que todo depende del «cómo» se interprete la ley.

Por último, pero no menos importante, hay países en los que la educación en casa es absolutamente ilegal. La solución en estos casos pasa por dejar de ser residente allí y trasladarse con la familia a otro u otros países más abiertos en este sentido.

Aunque los padres no seáis turistas perpetuos, hay muchas razones por las que vuestros hijos y vosotros tenéis todas las de ganar si os planteáis alternativas a la escolarización convencional. Más allá de las ventajas del homeschooling que hemos podido ver durante la pandemia del COVID-19, resulta que también hay muchas ventajas a nivel de aprendizaje y desarrollo de los niños como podéis ver aquí y aquí.

Incluso si tienes una mentalidad más conservadora y generalmente prefieres lo malo conocido a lo bueno por conocer, creo que los problemas de la forma de educación convencional podrían acabar por moverte a buscar otras opciones más allá. En mi caso, personal, este documental es lo que me movió a interesarme por la educación no dirigida y el homeschooling.

La aplicación óptima de las banderas

Para construir un marco libre y adecuado, los beneficios del homeschooling deben converger con los beneficios de una vida libre del peso del Estado. La bandera de la educación puede, sin lugar a dudas, ayudar a decidir dónde plantar otras banderas importantes. Por ejemplo, las banderas de la residencia y de los destinos recreacionales (para disfrute y ocio) pueden escogerse con mayor determinación en función de la perspectiva fructífera de educar en casa a tus hijos.

En primer lugar, haz una lista de los países en los que se te permite educar a tus hijos desde el hogar, e investiga también los «requisitos escolares» legales de cada país. La bandera de la educación es un buen punto de partida y debe tenerse en cuenta al principio del proceso de planificación.

A partir de ahí, hay que analizar estos países a través de los siguientes filtros adecuados para la residencia y para los destinos de recreo. Entre otros, países como Australia, Canadá, Colombia, Reino Unido, Estados Unidos, Emiratos, Tailandia o la región de Hong Kong suelen permitir el homeschooling. Una característica interesante de muchos países nombrados es que son aptos e interesantes para múltiples banderas, también para la residencia fiscal.

Una diferencia entre la bandera de la educación y todas las demás es que las otras banderas (cuentas bancarias, empresas, empleados, ciudadanías, etc.) sirven para conservar la libertad, y puedes notar los resultados en el presente (como cuando la cantidad bruta de lo ganado de repente pasa a ser igual a la cantidad neta que te queda).

La bandera de la educación, aunque en el caso del homeschooling también tiene un efecto inmediato (te libera de la dependencia de los maestros de escuela y el calendario escolar), resulta ser también la base de la libertad a largo plazo.

Hoy ya podrás intuir algunos resultados, pero el impacto de verdad solo será perceptible el día de mañana, cuando notes que tus hijos y sus pensamientos no parecen sacados de la misma fábrica de ideas. Te aseguramos que este tipo de «patrimonio» merece la pena.

Concluyendo

En nuestro último artículo sobre homeschooling hablamos sobre los mejores países para educar desde casa. En el de hoy hemos querido plantearte razones por las que podrías querer decantarte por una educación no convencional, una educación en concordancia con tus valores que ponga a tus hijos y sus necesidades únicas e individuales en el centro de todo.

Si queremos liberarnos del peso del Estado, lo primero que tenemos que hacer es liberarnos de sus ideas y conseguir que sean menos dominantes en el mundo. Necesitamos un cambio de paradigma, un mundo en el que la gente deje de preocuparse por encajar en la sociedad y que pueda vivir en una sociedad que no pise nuestra libertad con la excusa del orden, la seguridad y el bien de la mayoría.

Mucha gente piensa que lo que hay que hacer es mejorar la educación y que la forma de hacerlo es desde dentro del sistema. No podría estar menos de acuerdo.

Cualquier cambio significativo que queramos ver hecho realidad tendrá que surgir de nosotros mismos, de la iniciativa privada, el Estado jamás permitirá cambios que limiten su poder y vayan en su contra.

Así, si quieres que la presión fiscal de un país descienda, la forma de hacerlo no es meterte en política e intentar cambiarlo. Lo que tienes que hacer es votar con los pies y dejar de pagar impuestos allí, dar ejemplo a otros. El Estado no dejará de explotarnos por iniciativa propia, primero tendremos que lograr que su sistema deje de funcionar.

De la misma forma, si quieres que los Estados dejen de adoctrinar a tus hijos en las escuelas, el camino no consiste en hacerte maestro e intentar mejorar la educación desde dentro de sus baremos. Lo que tienes que hacer es dejar de enviar a tus hijos a sus escuelas. El homeschooling, unschooling y worldschooling son ahí opciones perfectas para muchos.

Nunca he permitido que mis estudios interfirieran con mi educación

Mark Twain

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