En este artículo vamos a analizar uno de los casos más llamativos de los últimos tiempos, un caso que enfrenta a Shakira a la Hacienda española. Para nosotros, desde luego no importa la sentencia con la que termine este juicio. Shakira es inocente, por mucho que los medios y la opinión pública intente hacerla pasar por delincuente.
Y no por ser ella, sino simplemente porque nos encontramos ante una persona que está intentando proteger su patrimonio del expolio del Estado, del «robo legal en los términos de la ley».
Si lo pensamos, realmente es el colmo: el ladrón (Hacienda) se siente injustamente tratado y quiere más dinero, dinero que, por supuesto, no es suyo, de lo contrario no sería un ladrón. Cómo se hace con ese dinero, pues muy fácil, redactando él mismo las reglas y leyes bajo las que se juega. ¡Es increíble! ¿Cómo puede nadie pensar que es un delito proteger lo que te pertenece?
Sí, Shakira es inocente, pero le faltó tener en cuenta algunos puntos importantes que siempre mencionamos aquí en el blog, y de los que hablaremos a lo largo de este escrito. Probablemente pensó que nada podía salirle mal con su ejército de abogados y asesores, pero, parece ser, que ni siquiera ellos pueden hacer la magia que nosotros ofrecemos en nuestras consultas 🙂
No debemos olvidar que no solo es importante desvincularse del país de origen fiscalmente, pasar menos de 183 días allí y tener en cuenta tu centro de intereses vitales. También debes prestar atención a lo que haces después, para mantener tu libertad fiscal a largo plazo.
El caso de Shakira contra Hacienda
Shakira se enfrenta a ocho años de prisión y a una multa de 24 millones de euros si termina siendo condenada por presunto fraude/evasión fiscal. Está imputada por las autoridades españolas por el período comprendido entre 2012 y 2014 —los tres años en los que no estuvo oficialmente empadronada en España, pero mantenía allí su domicilio y su centro de interés vital— junto a su por entonces pareja Gerard Piqué, futbolista del FC Barcelona. Se dice que pasó más de 183 días en España durante esos años —concretamente 246, 210 y 243 días—. Solo reside oficialmente en España desde finales de 2014.
Shakira ya había sido investigada por evasión de impuestos durante tres años. La cantante era sospechosa porque no pagaba impuestos en España. El gobierno la acusa de no haber pagado un total de 14,5 millones de euros durante estos tres años. La estrella del pop ha depositado la cantidad que supuestamente debe, más unos intereses de 3 millones de euros.
Sin embargo, la Agencia Tributaria sigue tras ella. Ella se negó a llegar a un acuerdo para resolver el caso con las Autoridades y ahora tendrá que defenderse en los tribunales contra el Estado español (que no contra los españoles, por mucho que algunos lo intenten vender así). Sus posibilidades son escasas: podría llegar al caso de que tuviera que pasar varios años entre rejas.
El camino de Shakira hacia la internacionalización
Shakira vivía como una Turista Perpetua: giras, actuaciones, conciertos, eventos… de viaje por todo el mundo. Nunca tuvo un momento de descanso. Dedicó mucho trabajo a cuidar su trayectoria profesional, pero la verdadera magia se produjo a menudo entre bastidores, fuera de los focos.
Tres empresas de las Islas Vírgenes Británicas tenían a Shakira registrada como directora. También cedió los derechos de autor de su música, la propiedad intelectual y las marcas comerciales a dos empresas de Malta y Luxemburgo.
Además, compró una casa en Nassau, y la agencia tributaria de Bahamas emitió una carta diciendo que era residente aquí desde 2007. En las Bahamas, libres de impuestos, todos los propietarios obtienen automáticamente un permiso de conducir (por 1750 dólares al año) y, a partir de ciertas sumas de inversión, la residencia permanente (a partir de 500.000 dólares, con prioridad a partir de 1 millón). En sí, se trataba de una residencia libre de impuestos perfecta cuando se vive allí, y ni tan mala cuando solo se usa como “residencia proforma”.
La verdad es que todo iba bien hasta que Shakira decidió sentar cabeza en Barcelona. De nuevo, se probaría que el organismo público más temible, voraz y, en definitiva, más efectivo en España es la Agencia Tributaria.
Los gobiernos dificultan la salida del país por motivos fiscales
La regla de los 183 días no es lo único que debes tener en cuenta, sobre todo si piensas salir de un país de alta presión fiscal. En nuestra Enciclopedia del Emigrante, hemos seleccionado más de 50 países que nos parecen la mejor opción para tu bolsillo en términos de internacionalización.
Sin embargo, como ya hemos explicado en otras ocasiones los 183 días no es lo único que cuenta.
El centro de interés vital es un factor crucial en esta estructura. Shakira reside supuestamente en las paradisíacas Bahamas, libre de impuestos, pero su pareja y posiblemente sus hijos estaban en España. Esto tiene mucho más peso en términos de «dónde vives realmente», «dónde están verdaderamente tus intereses» y «dónde está tu residencia».
En el pasado, muchas de las construcciones offshore funcionaban porque la normativa no era tan estricta, pero las cosas cambiaron. En cuanto las Haciendas tomaron conciencia de la situación, todos los gobiernos del mundo empezaron a preocuparse y pasaron al contrataque. Desde entonces, intentan continuamente cerrar las lagunas en su legislación para que nadie pueda escapar de ellos. Esto es algo que vemos continuamente.
Shakira superó con creces los 183 días en España durante varios años seguidos. Esa es la razón por la que la Agencia Tributaria española la persigue. Y, por supuesto, porque es una celebridad. Si el Estado español ganara el juicio, se embolsarían una enorme cantidad de dinero que servirían para engrosar las arcas públicas (el dinero del que el Estado dispone para decidir cómo deben vivir sus súbditos y pisotear ahí donde toque nuestras libertades) y las carteras de políticos y funcionarios. Además, mucha gente tendrá miedo a perder su residencia fiscal y vivir una vida internacional, según la Teoría de las Banderas, después de ver lo que le suceda a Shakira. Porque el Estado se nutre del miedo.
Shakira lo hizo todo bien al principio: internacionalizó sus empresas, sus activos y sus derechos musicales, adquirió la residencia en un país libre de impuestos y se protegió contra el robo de los gobiernos. Sin embargo, su error fue no mantenerse en guardia. Dejó de tener en cuenta la regla de los 183 días y de los intereses vitales, de forma que no pudo aportar pruebas suficientes para demostrar su inocencia y seguir siendo un Turista Perpetuo.
El desenlace de este juicio no está claro, pero con las abrumadoras pruebas en su contra, es probable que ni el mejor abogado pueda ayudar a Shakira. Tengamos en cuenta que incluso si tuviera la ley más a su favor, se podría presuponer que los jueces tampoco son del todo imparciales cuando está en juego la fuente de su salario.
En resumen, los errores que cometió Shakira y que tú (si prestas atención) no cometerás fueron:
- Saltarse la norma de los 183 días en España
- Llevar a sus hijos a la escuela en España
- Falta de pruebas sólidas de su residencia y estancia en Bahamas
De hecho, hizo exactamente lo contrario: los extractos de sus tarjetas de crédito, los testimonios de que recogía a los niños en el colegio, las citas periódicas en la peluquería… todo ello demuestra que, efectivamente, estuvo en España la mayor parte del año, a excepción de algún que otro viaje.
La historia de Shakira nos permite estudiar varios puntos fundamentales de nuestro trabajo, así que, ¿por qué no repasarlos?
El centro de interés vital en España
Para entender este artículo, es importante comprender que los factores que desencadenan el centro de intereses vitales difieren entre los distintos países. Por ejemplo, en la Europa germanoparlante (Alemania, Austria y Suiza), las prioridades son diferentes a las de España.
Si Shakira (al igual que otras muchas celebridades extranjeras, como el rey de Tailandia) hubiera hecho lo mismo en uno de los tres países germanoparlantes, muy probablemente habría sido objeto de investigación por las autoridades fiscales con mucha más rapidez.
La Hacienda en España, por ejemplo, no centra sus casos en la disponibilidad de una vivienda, mientras que esta es precisamente la principal razón para asumir que se vive en Alemania. En España se puede tener una vivienda vacacional durante todo el año sin problemas, ya sea alquilada o comprada, siempre que se viva en ella menos de 182 días al año. [Por supuesto, si eras residente en España y lo que quieres es dejar de serlo, tendrás menos problemas si no dispones ya de una vivienda a tu disposición allí, especialmente si eres nacional.]
A diferencia de otros países, España da prioridad a los intereses económicos. Como Turista Perpetuo, es decir, si no cuentas con otra residencia fiscal, teniendo una mayoría de clientes en España, te será prácticamente imposible escapar del fisco español (aunque, en la práctica, el que sea o no un problema dependerá del tamaño y lo conocido de tu negocio).
En cambio, en otros países como Alemania, esto no se tiene en cuenta. Simplemente tienes que asegurarte de haberte dado correctamente de baja, no pasar demasiado tiempo allí y no tener una vivienda a tu disposición.
Además de la regla de los 183 días, España, Alemania y la mayoría de los países del mundo tienen en común que tienen en cuenta el centro de intereses vitales de la familia. Si los propios hijos menores de edad viven en el país durante más de medio año, lo normal es que se genere una obligación fiscal. Si bien esto puede ser potencialmente evitable en el caso de los padres no escolaricen a sus hijos (homeschooling), la matriculación de los hijos en una escuela pública desencadena la responsabilidad fiscal de los padres, o al menos para uno de los padres custodios. En el caso de las parejas que no estén casadas ni oficialmente separadas, existe cierto margen de maniobra. Si tus hijos y cónyuge viven en España, la única forma de evitar ser residente fiscal español sería haciéndote residente fiscal en otro país que te dé acceso a un certificado fiscal válido.
Con respecto a la norma de los 183 días, España tiene fama de ser bastante laxa, sobre todo con los extranjeros que no tienen vínculos económicos allí. El caso de Shakira, por supuesto, da otra idea. Cuando se trata de sumas multimillonarias y casos de impacto mediático, el Estado se aplica mucho más que con el típico turista. Durante décadas, muchos europeos han vivido todo el año en Mallorca, Canarias y Andalucía (entre otras) sin empadronarse ni pagar impuestos. Las autoridades españolas suelen tolerarlo tácitamente, sabiendo muy bien que el perjuicio económico para los centros turísticos sería mucho mayor que los ingresos fiscales, especialmente en temporada baja: si solo se acogen unos pocos turistas, esto puede suponer un éxodo de los demás a regiones mediterráneas más amistosas en cuestión de impuestos.
Además, España suele asumir, con razón, que los impuestos se siguen pagando en los países de origen, como Alemania. Por supuesto, uno puede aprovecharse de esto y seguir beneficiándose de ello incluso después de la baja en su país de origen. Pero debería tener en cuenta que la Hacienda española podría cambiar de estrategia y empezar a investigar a todos los supuestos no residentes que tengan propiedades o alquiler viviendas en España. No sería algo especialmente costoso, y, sin duda, traería una interesante lluvia de dinero en forma de sanciones e impuestos atrasados.
Por eso, si no quieres convertirte en residente fiscal en España, te recomendamos, tanto si eres nacional como si no, permanecer allí menos de 183 días. Aunque bueno, lo dicho, de momento, es bastante improbable que las Autoridades españolas se pongan a investigarte.
No solo tienes que salir del país, sino también cumplir con ciertos requisitos
Naturalmente, cada caso es único y debe analizarse por separado, pero se podría hacer una especia de esquema que funciona en general y para todos.
Si quieres dejar de ser residente fiscal en un país, por supuesto, una de las cosas que deberás hacer es irte de allí. Esto significa que tendrás que abandonar tu vivienda y tu trabajo por cuenta propia (autónomo) o ajena. Si estás casado, tu cónyuge debería irse contigo, en caso de tener hijos a tu cargo, también estos deberían acompañarte. Por último, deberías informar a Hacienda de que te has ido, en muchos casos (como el de España, p.ej.) querrán saber a dónde te has ido.
Todo esto son cosas que Shakira hizo correctamente, es más, incluso dio luego el paso de adquirir una residencia y vivienda en Bahamas, país en el que no pagaría impuestos.
Ahora, el problema empieza cuando te olvidas de que cualquier país puede convertirte en residente fiscal si cumples con ciertos requisitos, por ejemplo, el de la estancia de183 días.
En este caso, si tú ya eras residente fiscal en otro país, entramos en un conflicto fiscal que, generalmente, se arregla según lo estipulado en los convenios para evitar la doble imposición.
En el caso de Shakira, Bahamas era una de sus residencias, sin embargo, por desgracia, no tiene un convenio de doble imposición firmado con España, de forma que no puede apoyarse en él para intentar evitar acabar convertida en residente fiscal española. Es más, aunque este hubiera existido, la realidad es que sus vínculos con España eran mucho mayores que con Bahamas durante esos años, de modo que, incluso contando con un convenio y certificado fiscal en Bahamas, no hubiera sido suficiente. Así, el permiso de residencia permanente en Bahamas no le sirve de nada a Shakira fiscalmente hablando.
Solo una residencia fiscal en un país con convenio de doble imposición con España, tal como Chipre p.ej., donde con 60 días puedes conseguir un certificado fiscal, podrían haber protegido a Shakira. Y solo hubiera funcionado si la cantante se hubiera ceñido a la regla de los 183 días. Quien supere ese número mágico en España solo puede rezar por que las autoridades fiscales no se den cuenta.
Si Shakira hubiera querido tener una vivienda a su disposición en España, pasar más tiempo allí a lo largo del año, atender a clientes locales e incluso enviar a los niños a una escuela local, podría haberlo hecho sin tener que pagar impuestos por todos sus ingresos en España. Eso sí, habría sido esencial contar con una residencia fiscal adecuada para blindarse ante los intentos de España de convertirla en residente fiscal. Y, por supuesto, tendría que haberse asegurado de no llegar a los 183 días de estancia en España (y de poder probarlo, claro).
[¿No te acaba de quedar claro la diferencia entre un permiso de residencia, certificado fiscal, residencia fiscal y demás?, ¡echa un vistazo a este vídeo!]
Y así, concluimos hoy este artículo. No solo Shakira, si no todo aquel que intente mantener sus bienes lejos del fisco está en su derecho y es por lo tanto inocente de cuantos cargos se le quieran imputar.
Sin embargo, como, por desgracia, los Estados no lo ven así, tendremos que seguir jugando según sus reglas. Si quieres evitar sorpresas desagradables, quizás te convenga contratar una consulta Librestado.
Excelente , muy buena información
Yo soy residente en españa y trabajo por cuenta ajena , para los inversores y en un futuro tener más ganancias Enel negocio de la bolsa , alguna salida, ya que por mi parte quisiera seguir viviendo en españa , podría crear una empresa en otro país ?y seguir viviendo en españa?
Si montas una empresa en el extranjero para invertir en bolsa, lo mejor que puedes conseguir es no tener que pagar impuestos sobre los beneficios en bolsa, esto es algo que puedes conseguir teniendo la sociedad en Malta, Chipre o Emiratos, por ejemplo. Sin embargo, cuando luego quisieras sacar los beneficios (repartirlos a los socios), tendrías que pagar impuestos sobre los dividendos recibidos en tu país de residencia. En tu caso en España. Esto significa que al final acabarías pagando igual (eso sí, solo una vez que retiras el dinero de la inversión).