Islas paradisiacas

Si preguntas a alguien qué es una sociedad offshore, a menudo recibirás como respuesta que es una empresa constituida en un paraíso fiscal (hasta ahí bien), pero también que es una forma de empresa utilizada solo por mafiosos, traficantes y terroristas, que por supuesto, es inmoral e ilegal montar algo así. Incluso el más enterado, te dirá que es una forma de empresa cara, complicada y, en definitiva, no merece la pena.

(Supongo que algo parecido a lo que ocurre cuando alguien pregunta por la inversión en bolsa.)

Como podrás suponer, no es verdad ninguna de estas máximas, a pesar de lo muy extendidas que puedan estar. No es de extrañar, al fin y al cabo ni los Estados ni los medios van a hacer mucho por desmitificar esto.

La realidad es que ni los Estados, ni la gente que los usa para beneficiarse y vivir a costa de otros, tienen ningún derecho sobre tu dinero ni sobre tus bienes y, de hecho, por mucho que lo intentan, ni siquiera pueden evitar que te salgas del sistema, la sociedad offshore es uno de los posibles caminos.

En el artículo de hoy podrás leer qué es una sociedad offshore y para quién puede merecer la pena crear una empresa así. Vamos a hablar de la realidad de los paraísos fiscales y de por qué aprovecharlos no es ilegal, inmoral ni tan siquiera complicado.

Aclaración: Paraíso fiscal y offshore se usan como sinónimos; onshore es el contrario de offshore.

Por qué no deberías temer registrar empresas en paraísos fiscales

Montar una empresa offshore, en cualquier paraíso fiscal no constituye evasión de impuestos ni un acto de lavado de dinero. Montar una empresa offshore es:

  • completamente legal
  • una práctica llevada a cabo por la mayor parte de las grandes empresas que conoces
  • mucho más barato de lo que piensas
  • más simple y rápido de lo que te puedes imaginar
  • pan comido si tienes los contactos y conocimientos necesarios

Trasladar tu empresa a un paraíso fiscal no es más que una decisión, una decisión inteligente en busca de un mayor aprovechamiento de las oportunidades que te brinda el mercado global (parecida a la de trasladar tu residencia). Es simplemente la puesta en práctica de la máxima “ve allí donde mejor te traten” (de la que hablábamos en la Teoría de las banderas).

Los Estados no tienen el derecho ni la capacidad de controlar lo que haces. De hecho, existe una fuerte competencia entre ellos por ganarte como ciudadano (para que pagues allí impuestos, claro).

“Y si no te convencen los servicios ni el trato que tu Estado te ofrece, te vas.”

Por supuesto, los Estados intentan crear carteles para así quitarte capacidad de movimiento, esto es lo que les lleva a crear asociaciones como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que promueven listas negras de paraísos fiscales para dejar de lado a los países que ofrecen condiciones “demasiado buenas” para sus clientes (ciudadanos).

Pero esto no importa a los Estados que dependen de sus ingresos como paraísos fiscales y además han entendido mucho mejor su función:

“Servir a sus ciudadanos, en lugar de ordeñarlos hasta que no les quede más que dar”.

Razones para trasladar tu empresa a un paraíso fiscal

¿Qué razones llevan a los empresarios a trasladar sus empresas a paraísos fiscales?

  • Quieren proteger su patrimonio de posibles litigios y problemas legales.
  • Quieren proteger su empresa de la inestabilidad política y económica.
  • Quieren evitar las obligaciones inútiles y costosas impuestas por muchos gobiernos de informar sobre el estado de las finanzas de su empresa (auditorías, formularios, balances…).
  • Quieren escapar de la fuerte presión fiscal que pone en peligro su existencia.

Como ves, no es cuestión de lavado de dinero, ni de evasión de impuestos, lo único que quieren es aumentar su capital y ahorrar impuestos.

Aprovechar las ventajas del mundo offshore es un camino simple para el emprendedor inteligente que ha decidido dejar de trabajar para otros, que quiere proteger a sus accionistas y maximizar sus beneficios. Es un camino 100% legal que toman siguiendo al píe de la letra las reglas que su país de origen les impone.

Aunque seas español, alemán, mexicano o chileno, no tienes nada que temer siempre y cuando te adhieras a lo que dicta la ley (en España, comunicar la existencia de la empresa offshore a Hacienda).

Para quién merece la pena trasladar la empresa a un paraíso fiscal

En Librestado tenemos todo tipo de lectores. Encontramos ejecutivos y estudiantes, jóvenes y mayores, gente con experiencia internacional y gente sin ella… Para muchos de vosotros no tiene sentido montar una empresa offshore o trasladar la existente a un paraíso fiscal. De hecho, primero tendrás que concentrarte en crear un modelo de negocio que dé dinero.

Para mantener tu empresa offshore en las jurisdicciones más económicas tendrás que contar con al menos unos 500 € al año. Lógicamente, no tiene sentido montar la empresa en un paraíso fiscal hasta que no puedas ahorrarte más en impuestos de lo que te costará mantener tu empresa (de hecho, deberías pensarte mucho si constituir ningún tipo de empresa ya sea onshore u offshore hasta que no empieces a ingresar suficiente dinero).

Más allá de estas limitaciones, cualquiera puede registrar su empresa en un paraíso fiscal, pero para unos será más fácil y más recomendable que para otros.

En particular, será más fácil y beneficioso para nómadas digitales y emprendedores que no estén atados a ningún lugar. Si tu negocio, actividad o situación se encuentra entre las siguientes, entonces lo tienes fácil:

  • comercio electrónico y empresas basadas en internet
  • empresas internacionales
  • sucesión en empresa y casos de herencias
  • inversor en bolsa o trader
  • propietario de bienes móviles (como podría un yate, por ejemplo)
  • aprovechamiento de propiedad intelectual
  • consultor
  1. Comercio electrónico y empresas basadas ​​en internet

Esta opción es para muchos el camino de entrada más sencillo, de hecho, es el tipo de negocio más común entre los nómadas digitales. Librestado también se define como una empresa basada en internet.

¿Y por qué no? Son negocios globalizados que a menudo no requieren más que un portátil con acceso a internet.

Dado que los clientes se encuentran esparcidos por todo el mundo y la empresa trabaja desde diferentes países, tiene sentido crear una empresa internacional, ¿verdad?

En combinación con una cuenta offshore, podrás proteger tu empresa del siempre presente riesgo de la inflación en tu país, además de evitar controles de capital como los de Grecia o incluso la no tan lejana prohibición de tener grandes cantidades de dinero en efectivo.

  1. Empresas internacionales

Hay empresas internacionales de todo tipo. Todo el mundo conoce Google, Amazon y Facebook, de hecho, a menudo leemos sobre sus prácticas fiscales en las noticias.

Cualquiera puede hacer lo que ellos hacen con sus ejércitos de abogados y consultores, no importa cuán grande sea tu empresa.

Las empresas con vocación internacional permiten realizar compras y ventas según las leyes de la jurisdicción offshore lo cual se refleja en unos impuestos más bajos.

Irlanda, país del que ya hemos hablado aquí (ventajas de montar una empresa en Irlanda), es un lugar conocido en el que múltiples empresas tecnológicas han montado sus empresas y filiales europeas. La carga de 12,5% de impuesto de sociedades allí es mucho más rentable que el 40% que pagan en California.

Dados los niveles de ingresos de estas empresas, van por supuesto más allá buscando caminos (y encontrándolos) que les llevan a pagar a menudo menos de un 5% de impuestos. Es especialmente notorio el “doble sándwich holandés irlandés” modelo que ya tiene fecha de caducidad y con el que han disminuido su carga fiscal en Europa.

Sin duda, las grandes multinacionales seguirán buscando y encontrando opciones para eludir impuestos de forma legal (de hecho, es su deber hacerlo, buscar lo mejor para la empresa y sus inversores). Hablamos de empresas como:
Adobe, Amazon, Apple, Facebook, Google, IBM, IKEA, Microsoft, Oracle, Starbucks y Yahoo.

Muchos piensan que es injusto que estas compañías paguen pocos impuestos cuando en realidad lo injusto es que otras compañías más pequeñas no tengan el dinero para contratar los servicios de especialistas que les ayuden a construir las estructuras necesarias. Pero ahí te ayuda el blog Librestado, ofreciendo información de forma gratuita (puedes suscribirte gratis para no perderte nada) y ayuda directa por una fracción del precio de lo que se suele encontrar en el mercado (si quieres, puedes contratar mis servicios).

  1. Sucesión en empresa y casos de herencias

Puedes combinar tu empresa con otras empresas en paraísos fiscales para optimizar los impuestos en casos de sucesiones, evitando así la fuerte carga fiscal a la herencia de bienes. Muchas empresas medianas se encuentran ante el grave problema de las altas cargas del impuesto de sucesiones cuando el fundador de la compañía muere y la empresa recae en manos de un sucesor. Este impuesto puede llevar una empresa en principio rentable a dejar de serlo.

Tomar el camino offshore en estos casos es especialmente interesante cuando la herencia va a trasladarse de un país a otro.

Como empresario de éxito que ha ido construyendo su empresa paso a paso seguramente preferirás apoyar a tu familia que dejar buena parte de tus bienes en manos de la gente que dirige el Estado de turno, ¿no?

Al fin y al cabo, sin duda ya le habrás dejado al Estado más que suficiente dinero en tu camino hasta ahí.

  1. Inversor en bolsa o trader

Al igual que en los demás casos, si eres inversor o trader no tendrás ningún problema para gestionar tus beneficios con tu empresa en un paraíso fiscal, no tienes más que respetar la legislación.

  1. Propietario de bienes móviles

Existe una buena razón para que muchos barcos naveguen bajo la bandera de Liberia y Maltas. Estos países ofrecen ciertas ventajas a los que registran allí sus embarcaciones.

De hecho, es posible transferir legalmente incluso casas de un país a otro. Esto no significa que tengas que sacarlas de su país de origen físicamente, claro. Las condiciones para hacer esto difieren fuertemente de país a país, de hecho se trata de un trámite bastante complejo que precisa de un conocimiento muy especializado.

  1. Aprovechamiento de propiedad intelectual

En caso de que tengas patentes o derechos de marca sobre algo, la empresa offshore te puede permitir vender estos derechos con facilidad o adquirir nuevos. En parte también es mucho más sencillo cederlos así a terceros.

  1. Consultor

Las ventajas para un consultor de tener la empresa en un paraíso fiscal son bastante claras. Por un lado se ahorran mucho en impuestos y por otro podrán dirigir su empresa de forma más sencilla, sin tener que prestar atención a montones de trámites y normas inútiles.

¿Por qué? Pues porque en las jurisdicciones offshore los requisitos a la contabilidad de la empresa y de información a la autoridad son mínimos o inexistentes.

Imagínate, se acabaron los formularios mensuales o trimensuales, ¡no más auditorías, ni declaraciones de la renta!

En próximos artículos informaremos más a fondo sobre las características de las empresas offshore y opciones concretas para constituirla.

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¡Porque tu vida es tuya!


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