Hemos hablado en varias ocasiones de las diferencias y conflictos entre empresas onshore y offshore. Las ventajas de las compañías offshore: exención de impuestos, sin presentación de contabilidad, anonimato y sin apenas regulación, pueden ser impresionantes, pero no servirán de nada si apenas puedes utilizar la empresa de forma operativa.
Después de todo, las facturas de las jurisdicciones offshore a menudo no se reconocen, no se pueden solicitar números de IVA y además hay muchos países offshore desde los que no tienes acceso a servicios como Amazon FBA, Paypal, Stripe, cuentas SEPA, etc.
Afortunadamente hay una solución para aquellos que, a pesar de tener negocios físicos en la UE, no quieren renunciar a los beneficios de una empresa offshore.