¿A dónde huir si estalla una tercera guerra mundial?

Cada vez más gente se pregunta qué pasaría si los problemas se agudizan y nos llevan a una gran guerra, hoy vamos a analizar dicha posibilidad de forma objetiva y racional y veremos qué opciones tenemos para evitar mayores daños.

Resulta, que, como algunos han notado, el siglo XXI se parece cada vez más al siglo XX. A principios de siglo tuvimos pandemias, ahora nos dirigimos a una crisis económica como la de 1929 y, si seguimos así, el siguiente paso bien podría ser una guerra mundial. Puede parecer una exageración, pero si echamos un vistazo a los conflictos actuales, cabe pensar que la situación escale aún más.

Si China invade Taiwán, Corea del Norte ataca a Corea del Sur y/o Rusia invade Suecia o Finlandia en represalia por su posible entrada en la OTAN, ya tendremos todas las condiciones necesarias para el estallido de una guerra mundial. Por no hablar de otros conflictos como el de África Occidental o el de Irán y Arabia Saudí.

Tal vez la invasión de Rusia a Ucrania fue el detonante de la Tercera Guerra Mundial y aún no lo sabemos.

Ante esta situación, nos planteamos un nuevo ejercicio mental: en un mundo en el que cada vez hay más conflictos, ¿a dónde podría uno huir para ponerse a salvo? ¿Cómo puede uno elaborar su plan B para garantizarse una seguridad real a sí mismo y a su familia?

Eligiendo el destino al que huir

Antes de elegir cuáles son los mejores lugares a los que podemos ir, tendremos que saber qué criterios clave usaremos. Finalmente, hemos decidido aplicar principalmente los siguientes criterios a la hora de hacer nuestra selección:

  • Distancia del conflicto
  • Fuentes de alimentación
  • Ausencia de catástrofes naturales
  • Clima favorable
  • Seguridad interna
  • Seguridad jurídica
  • Estabilidad política

Ya hemos hablado en el blog sobre los mejores países con suministro de agua y energía asegurado. Naturalmente, todos los criterios están interrelacionados, e incluso es posible compatibilizar la vida relajada lejos de conflictos con la ausencia de impuestos.

Para medir los criterios anteriores, hemos recurrido a las siguientes fuentes:

Con tan solo estos criterios, ya es posible excluir un buen número de países. Los países del Caribe se ven frecuentemente afectados por los huracanes, y todos los países vecinos de Rusia o China están excluidos por su cercanía a posibles conflictos.

Si pensamos en el desarrollo económico y el fácil acceso a alimentos, los países de África tampoco son la mejor opción. Por otro lado, algunos países muy avanzados, como los Emiratos Árabes Unidos, están muy desarrollados, pero no son una buena opción en caso de interrupción de la cadena logística internacional, ya que tienen que importar prácticamente todos los alimentos que consumen. También están en la línea de fuego entre Arabia Saudí e Irán, países entre los que podría darse otra guerra devastadora en los próximos años.

Eso limita nuestra lista a los 6 mejores países para huir en caso de una Tercera Guerra Mundial, algunos de los cuales simplemente requieren una cierta cantidad de efectivo.

1. Panamá

Panamá, un pequeño país de América Central del que hablamos a menudo en Librestado. No tiene ejército propio, pero en caso de conflicto estaría bajo la protección de los Estados Unidos, que querrán defender sus propios intereses. La razón es que el país tiene una ubicación estratégica muy importante para el comercio mundial. Para que te hagas una idea, cada año, una media de 14 mil barcos pasan por el mundialmente famoso Canal de Panamá, lo que aporta al pequeño país varios miles de millones de ingresos.

A pesar de su proximidad con Estados Unidos, Panamá no está a sus órdenes y no sanciona ni a rusos ni a chinos. Panamá tiene un sistema económico extremadamente abierto, basado en los servicios, y es el único país del mundo sin banco central. El dinero no se puede imprimir pulsando un botón, sino que debe entrar en el país a partir de la generación de valor y del comercio.

Gracias a su clima favorable y a su buen desarrollo económico, Panamá también es autosuficiente en materia de alimentos y energía. Por otro lado, tampoco solemos encontrarnos con huracanes ni terremotos allí. Otra ventaja de Panamá es su sistema fiscal: la  tributación es territorial. Panamá ocupa el puesto 61 en el Índice de paz global como país seguro para vivir y es también uno de los países económicamente más libres de América Latina.

Otro factor importante es que está muy bien conectado: si estallara la guerra y te encontraras en algún lugar de América, Panamá es uno de los destinos más cercanos a los que huir con rapidez sin tener que atravesar zonas en conflicto. Las conexiones marítimas con el Pacífico y el Caribe, con acceso directo a través del Canal, lo convierten en un país ideal para los propietarios de barcos.

En definitiva, Panamá sería un gran lugar para huir y comenzar una nueva vida en caso de una Tercera Guerra Mundial.

Desde Librestado ofrecemos a nuestros clientes la residencia permanente desde hace años, y estamos en proceso de comprar una granja autosuficiente en el país, también ayudamos a nuestros clientes a adquirir inmuebles interesantes en Panamá (si estás interesado y cuentas con al menos 200.000 USD, puedes escribirnos). Invirtiendo 200 mil USD en un inmueble podrías obtener la residencia permanente según la nueva normativa. Aparte de la inversión inmobiliaria de 200.000 USD para naciones amigas, también existen opciones más baratas a través de la inversión en agricultura (100 000 USD), la inversión en madera tropical (40.000 y 80.000 USD), autoemplearse, etc. Y los jubilados no solo obtienen permisos de residencia con pensiones a partir de 1.000 USD al mes, sino también un descuento del 25 al 50 % en todo el país.

Si por alguna razón Panamá no te convence, también hay otros países en la región que podrían servirte. Por un lado, cuentas con Costa Rica (60.000 USD durante 3 años en el banco, 150.000 USD en propiedades o 1000 USD de pensión mensual) y —si no te gustan los Estados Unidos— puedes obtar por Nicaragua (1250 USD de pensión mensual o 30 000 USD en inversiones). En todos estos países los ingresos extranjeros están exentos de impuestos.

2. Nueva Zelanda

Nueva Zelanda debería estar definitivamente en tu radar si lo que buscas es escapar de posibles conflictos bélicos y sus consecuencias. El país tiene una industria agrícola muy desarrollada y, con el 19º puesto en el Índice Global de Seguridad Alimentaria, es poco probable que el hambre sea un problema allí.

Nueva Zelanda ocupa un lugar muy destacado en cuanto a libertad económica, ya que permite a los extranjeros vivir sin pagar impuestos por sus ingresos en el extranjero durante un máximo de 4 años. No pagar impuestos durante cuatro años es una buena forma de empezar (pasado ese tiempo, muy probablemente ya habrían terminado los conflictos y podrías trasladarte a tu país de origen o cualquier otro).

El clima suave y la ausencia de impuestos de sucesiones y de donaciones hacen que el país sea especialmente atractivo para las personas mayores que quieran huir de la guerra. La seguridad tampoco es un problema: el índice de criminalidad es bajo y la mayoría de los delitos son de poca monta. Además, no hay animales mortales, como los que abundan en su vecina Australia, conocida por su peligrosa fauna. Respecto a la valoración de la autoritaria reacción ante la pandemia COVID por parte del gobierno, lo dejamos a juicio del lector.

En cuanto a las catástrofes naturales, Nueva Zelanda se considera un país seguro y ocupa el puesto 56 entre los países menos afectados por estas. Sin embargo, aquí habría que hacer frente a terremotos regulares.

Desgraciadamente, Nueva Zelanda es uno de los países más difíciles del mundo para emigrar, y quizás por eso es tan popular entre los superricos. Un visado de inversor cuesta la friolera de 1.850.000 € (3 millones de dólares neozelandeses) con una estancia mínima de solo 438 días en 4 años. Con una estancia mínima de solo 88 días en 3 años se puede llegar a pagar 6.150.000 € (10 millones de dólares neozelandeses). La inversión puede ser en empresas locales, bienes inmuebles o bonos del Estado y debe mantenerse durante 4 años. La opción más barata solo está disponible para los solicitantes que dominen el inglés, sean menores de 65 años y tengan experiencia como empresarios.

Una alternativa más fácil, aunque con una estancia permanente, sería invertir una suma de menos de seis cifras en la construcción de un negocio que realmente genere ventas y contrate gente. También puedes buscar fortuna como joven profesional bien formado a través del transparente sistema de puntos. En cualquier caso, tras solo 4 años, podrás nacionalizarte y disfrutar de un fantástico pasaporte neozelandés.

3. Madeira

Vale, lo admitimos: Madeira no es un país, sino una isla de Portugal, pero nos vale igual aquí. Si tienes pasaporte de algún país en la UE, la isla de Madeira es quizás el destino ideal, por la facilidad de entrada. En caso de que no cuentes con un pasaporte europeo, no desesperes, existen múltiples opciones que te pueden permitir conseguir un permiso de residencia para vivir legalmente en Portugal.

La isla es una región autónoma de Portugal, e incluso si Portugal participase en la Tercera Guerra Mundial, es poco probable que Madeira fuera objeto de un ataque, debido a su ubicación no estratégica para el conflicto en Europa. Si estás en Europa al comienzo de la guerra, este es uno de los destinos más rápidos a los que volar: solo se tarda tres horas y media desde París.

El clima favorable y los fértiles suelos volcánicos son ideales para el cultivo de higos y cereales como el maíz, el trigo, el centeno o la cebada. También abunda la ganadería, la producción de vino y el cultivo y distribución de frutas tropicales.

La isla tiene actualmente 250.000 habitantes. La delincuencia es extremadamente baja en la región: es más probable que sufras una insolación a que seas víctima de un delito violento.

Además, los impuestos pueden reducirse a cero con el estatus NHR, aunque la normativa es compleja y requiere una consulta en profundidad para hacer las cosas bien.

La inmigración no es un problema gracias a la libertad de establecimiento de la UE. Los ciudadanos de fuera de la UE tienen buenas opciones para obtener un permiso de residencia temporal como autónomos (ingresos mensuales de al menos 665 euros) o contando con fondos (al menos 16.000 euros en el banco). También, con una propiedad de 350.000 €, se puede adquirir un permiso de residencia permanente (golden visa). A partir de este año, esto solo es posible comprando el inmueble fuera de Lisboa y Oporto.

Además de Madeira, también se pueden añadir a la lista las Azores. Sin embargo, dado que hay varias bases militares estadounidenses (especialmente en Campo de Lajes, en Terceira) y que las islas están estratégicamente situadas para un ataque a los Estados Unidos, hay que tener cierto cuidado con la ubicación.

4. Uruguay

En general, Sudamérica tiene pocos antecedentes bélicos, por lo que es poco probable que una guerra mundial afectase esta región, y menos aún que la guerra llegue a Uruguay. Uruguay ocupa el puesto 46 en el Índice de paz global.

Si te pareció beneficiosa la exención fiscal de 4 años para las inversiones extranjeras en Nueva Zelanda, disfrutarás aún más de los 11 años que ofrece Uruguay para las rentas de origen extranjero.

Los beneficios fiscales de Uruguay son impresionantes, al igual que su producción agrícola: Si vives en Uruguay no te faltarán alimentos. Cuentas con casi cuatro vacas por residente uruguayo. Y el acuífero Guaraní que hay debajo garantiza un suministro seguro de agua potable.

En Sudamérica, Uruguay figura en todos los rankings como uno de los países más estables, más seguros, menos corruptos y más desarrollados. Su capital, Montevideo, fue nombrada la ciudad menos estresante de América Latina en 2021.

La inmigración es relativamente fácil a partir de un determinado nivel de ingresos —alrededor de un mínimo de 2.000 USD—, pero va acompañada de una estancia mínima de más de 9 meses en el primer año. Esto lo hace poco interesante para el típico Turista Perpetuo o si quieres la residencia solo por seguridad, como plan B. Países vecinos como Brasil o, por supuesto, Paraguay pueden ser más adecuados para estos casos, con sus visados de inversor que solo requieren 30 días de estancia a partir de los 186 000 € en el sur de Brasil, y algo menos en el norte.

5. Paraguay

Aún más aislado que Uruguay, Paraguay es una opción muy interesante para escapar de una posible guerra mundial. Desde hace unos tres años nos encontramos con una ola migratoria alemana (seguramente por la mala situación política, económica y fiscal, además de las políticas COVID) y se ha intensificado con el conflicto de Ucrania. También rusos y austriacos han empezado a emigrar con mayor frecuencia a la región.

Paraguay es uno de los países en los que resulta más fácil obtener la residencia permanente, y todos los ingresos extranjeros están exentos de impuestos en el país. Si vives en Paraguay, no solo estás libre del peso del Estado, sino que además disfrutaras de un costo de vida muy atractivo: el poder adquisitivo de un salario mínimo en Paraguay es de casi el doble que en Brasil, México o Argentina.

Paraguay se ha centrado en la producción de cereales, especialmente soja, maíz y trigo; y supera con creces sus propias necesidades alimentarias. En 2018, Paraguay fue el sexto productor mundial de soja. Ya hemos hablado de Paraguay en nuestro blog, más concretamente en nuestro reciente artículo sobre aseguridar tu suministro.

Obtener la residencia permanente en Paraguay sigue siendo muy sencillo. Un depósito bancario de unos 4.000 USD (27 500 000 guaraníes) a pagar en efectivo —del que además podrás disponer de nuevo pasados 6 meses— te asegura este plan B. Puedes prescindir del depósito bancario si tienes un título universitario, una inversión inmobiliaria o un empleo.

Por razones similares, su vecino del norte, Bolivia, es también interesante. Aquí también se aplica la fiscalidad territorial, y se puede obtener un visado de inversor con tan solo 30.000 USD.

6. Islas Canarias

Las Islas Canarias (seguro que más de uno se preguntaba por qué no las nombrábamos) son uno de los destinos más populares para los expatriados centro europeos y británicos. Las Islas Canarias (que al igual que Madeira no es un país, pero nos sirve igual para esta lista), con sus impresionantes paisajes, son una comunidad autónoma de España, por lo que, si no eres español, tener un pasaporte europeo te resultara de gran ayuda para conseguir la residencia. Al igual que Madeira, es poco probable que las Islas Canarias se vean envueltas en conflictos si estallara una Tercera Guerra Mundial, y para los residentes en países europeos, no sería difícil trasladarse alli. En caso de necesidad, solo tienes que hacer un breve trayecto en barco hasta Marruecos, que también puede calificarse de país bastante seguro.

Al ser todas islas volcánicas, el archipiélago tiene suelos fértiles y una buena producción de trigo y cebada. La refinería de Tenerife, considerada la mayor de España, se encuentra en las Islas Canarias, por lo que la energéticamente hablando, la isla produce más de lo que necesita. La seguridad tampoco es un problema, pues la delincuencia es baja; y la preocupación por el volcán de Cumbre Vieja, que entró en erupción en 2021, ha disminuido ahora que la actividad volcánica ha cesado.

La emigración no es un problema gracias a la libertad de establecimiento de la UE. Los ciudadanos de fuera de la UE tienen buenas opciones a través del llamado visado no lucrativo siempre y cuando puedan demostrar tener unos ingresos mínimos (2.316 euros mensuales para solteros). Por otra parte, con una propiedad de 500.000 € se puede conseguir un permiso de residencia permanente (Golden Visa) que no te obligue a pasar tiempo en España (para los que quieran tener esta opción como plan B).

Extra: regiones de los Estados Unidos

Aunque Estados Unidos es un país que definitivamente participaría en una Tercera Guerra Mundial, hay algunas regiones que probablemente no se verían afectadas en caso de guerra.

Una invasión territorial a los Estados Unidos es muy poco probable. Para que te hagas una idea: el mayor ejército del mundo actualmente es el de China, que cuenta con 2 millones de soldados en activo. Estados Unidos tiene un ejército de 1,3 millones de soldados y 15,6 millones de ciudadanos con licencia de caza y experiencia de combate. Es más, recientemente, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos anuló algunas leyes estatales para facilitar más el acceso a las armas.

Hoy en día, no hay ningún ejército capaz de superar la fuerza armada de los ciudadanos estadounidenses.

La producción alimentaria estadounidense, concentrada en la región de las Grandes Llanuras, es mundialmente conocida. Estados Unidos ocupa actualmente el tercer puesto en el Índice Global de Seguridad Alimentaria y el número 25 en el de Libertad Económica.

Entre las mejores regiones para una posible huida están los estados de Wyoming y Texas. Wyoming se encuentra en la hermosa región de las Montañas Rocosas. Texas, en cambio, está más al sur. Ambos estados destacan como posibles lugares a los que huir por los siguientes motivos:

  • No son destinos prioritarios en caso de guerra
  • Tienen economías relativamente libres y desarrolladas
  • No aplican ningún impuesto sobre la renta
  • No exigen licencia para portar armas

En un artículo pasado, resumíamos las mejores opciones de inmigración a Estados Unidos. Los que no tienen la suerte de ganar la lotería de visados lo tendrán más fácil para meter un pie dentro con un visado de inversor por 200.000 USD, aunque se trata de un visado de no inmigrante y no conduce a una green card. La creatividad puede dar sus frutos para emigrar con éxito al país: como periodista o como misionero de tu propia iglesia, puedes lograrlo incluso con pocos recursos. O, como muchos centroamericanos, ¡puedes ir a por todas y engendrar un bebé ancla!
[Eso sí, tu hijo podría no agradecértelo en un futuro, recuerda que en Estados Unidos existe la tributación por nacionalidad]

Un proverbio chino dice “espera lo mejor y prepárate para o peor”. Si habrá o no una Tercera Guerra Mundial, nadie lo sabe. Nadie puede predecir el futuro, pero puedes prepararte para él. Un plan B te beneficiará proporcionalmente mucho más de lo que te perjudicará.

¿Pero no vamos a morir todos en un invierno nuclear de todos modos?

Algunas personas no se estarán tomando en serio lo que decimos en este artículo y hablarán de alarmismo. Irónicamente, suelen ser los mismos que tienen el miedo más injustificado a la destrucción total en una guerra nuclear. Asumen, sin un análisis crítico, el espectro de un “invierno nuclear” derivado de una superguerra nuclear entre Rusia y Estados Unidos. ¿Por qué huir cuando todo el planeta será destruido?

¿No sería mejor arder directamente en el impacto que morir de hambre en el sufrimiento de un invierno nuclear?

Afortunadamente, las tesis de un “invierno nuclear” son más bien cuentos de terror de un movimiento pacifista cuyas teorías se basan en supuestos de la investigación posterior a la Segunda Guerra Mundial desmentidos hace ya bastante tiempo. Los medios de comunicación y los políticos asumen con gusto este escenario apocalíptico. Después de todo, no hay nada malo en la desnuclearización, ¿no?

Sin embargo, en Librestado.com nos esforzamos por ofrecerte una visión racional del mundo basada en argumentos y no en temores infundados. Por ello, hemos traducido del inglés el siguiente pasaje del experto militar y empresario aeroespacial estadounidense Allen E.Hall, que refleja de forma simplificada el estado actual de la ciencia. Puedes encontrar gráficos detallados, fuentes y muchas otras buenas aportaciones del autor sobre el tema en este enlace:

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¿Qué naciones tendrían más posibilidades de sobrevivir a una guerra nuclear total? ¡TODAS!

Después de haber hecho los deberes en serio sobre este tema, me he dado cuenta de que la gente prefiere suponer lo peor a conocer la verdad real. Casi nadie se molesta en comprender las implicaciones reales y, en su lugar, salta a la palestra con sus teorías como la única verdad.

El miedo y el sensacionalismo venden bien, y si los oyes con suficiente frecuencia, empiezas a creerlos sin necesidad de basarlos en hechos. Entre las interminables noticias clickbait y los dramas épicos de Hollywood, hemos abandonado todo pensamiento crítico y lógico en favor de una visión ficticia del apocalipsis, aunque el análisis real revele lo contrario.

Una guerra nuclear entre Estados Unidos y Rusia

Los EE.UU. y Rusia son los únicos países que realmente importan en términos de poder destructivo global y los únicos susceptibles de perseguirse mutuamente.

La guerra no se sentiría en la mayoría del mundo, ya que menos de la mitad de la masa terrestre se vería afectada. Si bien es cierto que los daños causados por armas nucleares son graves, la idea de un apocalipsis ha sido fuertemente exagerada por la presa y perpetuada por personas que reaccionan a dichas noticias sin molestarse en entender realmente lo que se publica.

Pasado y presente

Los arsenales nucleares del mundo son una fracción de lo que eran en la década de 1980. Se han desmantelado más de 50.000 armas nucleares y otras 7000 están pendientes de desmantelamiento en EE.UU. y Rusia. Cada uno de estos dos países tiene menos de 2000 ojivas, que se consideran armas estratégicas en alerta máxima. Estas armas tienen mucha menos potencia explosiva que las de los años 80.

Las armas multimegatones están obsoletas y ya no se consideran militarmente útiles. Esto es el resultado de sistemas de lanzamiento más precisos y del uso de ojivas penetrantes en el suelo, que son 30 veces más destructivas que una explosión en la superficie, lo que hace innecesaria la búsqueda de mayor potencia explosiva.

No todas las armas estratégicas se utilizarán en un escenario de guerra. Quizás dos tercios se utilizarían como primer ataque en una guerra total. El resto se mantendría en reserva. Tanto los EE.UU como Rusia tienen una política de no atacar a civiles. Debido al número de armas disponibles y a la sobreabundancia de objetivos militares, cualquier arma que se utilizara estaría dirigida a instalaciones militares.

No se pueden ganar guerras solo con armas nucleares

No se puede ganar una guerra bombardeando a civiles. No funcionó cuando los alemanes bombardearon Gran Bretaña y no funcionó cuando Gran Bretaña trató de repetirlo con los alemanes. Tampoco tuvo éxito cuando Estados Unidos bombardeó Japón, pues no fue la bomba atómica la que puso fin a la guerra, sino la declaración de guerra de la URSS a Japón y el consiguiente ataque a las fuerzas japonesas en Manchuria.

Las guerras se ganan quitándole al adversario la capacidad de hacer la guerra, no atacando a sus civiles. Tanto Rusia como Estados Unidos han acordado no atacar a la población civil ni las centrales nucleares civiles en caso de guerra. Puedes investigar los detalles a este respecto si estás interesado en conocer la verdad.

Las explosiones aéreas dejan poca radiación… casi cero. Las explosiones terrestres y los proyectiles que penetran en la tierra dejan una radiación que es inofensiva al cabo de dos o tres semanas, y se vuelve a los niveles de radiación habituales al cabo de unos meses. El atolón de Bikini, que ha sido testigo de multitud de detonaciones de bombas nucleares, tiene ahora niveles de radiación más bajos que las rocas de granito del Central Park de Nueva York y menos de la mitad de la radiación habitual que recibe la ciudad de Denver de fuentes naturales. Las armas nucleares modernas están diseñadas para minimizar los efectos secundarios radiactivos de larga duración.

El accidente de Chernóbil liberó casi la misma cantidad de radiación que todas las 500 pruebas de armas nucleares en superficie de la historia. Chernóbil fue grave, pero no fue el fin del mundo, ni siquiera conllevó un efecto regional duradero. La prensa lo exagera todo porque el terror y la tragedia se venden bien.

Haz las cuentas

La destrucción con armas nucleares se concentrará en objetivos militares estratégicos. La mayor parte del país permanecerá intacta porque, sencillamente, no hay suficientes bombas para destruir todo el país… ¡haz las cuentas!

Si Rusia lanza 1300 armas y cada arma tiene un diámetro de destrucción de 16 kilómetros, una media de 259 kilómetros cuadrados por bomba, son 336.700 kilómetros cuadrados. Ahora para apuntar a las instalaciones se necesita al menos 2 ojivas dirigidas a un objetivo… como mínimo.

De modo que debemos reducir a la mitad esa área: 168.350 kilómetros cuadrados. Estados Unidos tiene 3,7 millones de kilómetros cuadrados. Esto significa que la superficie total destruida en los Estados Unidos en una guerra nuclear sería del 1,7%. ¡Como lo oyes! Y si piensas un poco más en ello, llegarás a la conclusión de que la mayoría de esta destrucción tendrá como objetivo instalaciones estratégicas en lugares remotos. Por algo las colocaron allí en su momento.

La «Destrucción Mutua Asegurada» ya no existe. La Destrucción Mutua Asegurada no es más que una reliquia de los años 80, porque ya nadie tiene los medios para asegurar la destrucción total de nadie.

Los cálculos del invierno nuclear se basaban en bombas con una fuerza explosiva de más de un megatón y de ciudades sobrecargadas de materiales inflamables. Ninguno de estos elementos existe hoy en día. Las ciudades modernas están muy por debajo de la cantidad mínima de combustible necesaria para desencadenar tormentas de fuego masivas, como predice la teoría.

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Y hasta aquí hemos llegado hoy. En caso de que quieras ayuda para configurar y poner en marcha tu plan B o si realmente quieres dar ya el paso y salir de tu infierno fiscal personal, estaremos encantados de ayudarte en una consulta Librestado.

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