Desde que empezó el blog Librestado, mucha gente se ha dado de baja en su país de origen. Ya no residen en sus infiernos fiscales pero, en muchos casos, no tienen ahora un nuevo lugar de residencia, se encuentran sin un domicilio fijo. Su vida como viajeros permanentes está a punto de empezar.
Han sido listos, se dieron de baja y ahora ya pueden vivir sin pagar impuestos.
Eso sí, cuidado, en algunos países te conviertes en residente fiscal incluso sin pasar mucho tiempo allí. A menudo hay que tener en cuenta otros aspectos como el de los vínculos sociales y económicos.